Jalisco
Amplían plazo para indagar a detenidos por caso Galván
Aún no existen suficientes pruebas para acusarlos, por lo que se requiere más tiempo para investigar
GUADALAJARA, JALISCO (27/JUN/2015).- Como aún no cuentan con pistas para relacionar a los siete detenidos que la Fiscalía General del Estado señala como presuntos participantes del homicidio de Javier Galván Guerrero, quien era delegado del ISSSTE en Jalisco, la Procuraduría General de la República (PGR) amplió el término para retenerlos a 96 horas, confirmó la dependencia federal.
El miércoles pasado, personal de la Fuerza Única detuvo a siete personas que, según las autoridades estatales, fueron halladas gracias a sus investigaciones. Se informó que los señalados se encontraban en un inmueble en la zona de Oblatos, y al momento de su detención se les halló armas y drogas.
La PGR informó que la Fiscalía les puso a disposición a los detenidos con armas, pero como aún no cuentan con los suficientes elementos en la averiguación previa para acreditar que tienen relación con el homicidio, solicitaron ampliar el término.
Elemento tapatío
En las instalaciones de la PGR un grupo de mujeres, familiares de los detenidos, aseguraron que los suyos eran inocentes. Guadalupe Rivera es concubina de José Domingo Millán, un policía de Guadalajara que se encontraba incapacitado por problemas de espalda y embolia, al momento de su detención.
La mujer contó que la mañana del viernes 19 de junio, cuando ocurrió el homicidio de Galván Guerrero, su marido estaba en su casa, en República y Jarauta, se alistaba para ir al peluquero y a comprar útiles para el festival del Día del Padre. Salió a las 10:00 horas, y ya no volvió. Apenas el martes Guadalupe supo que su esposo fue detenido junto al sobrino de éste, Antonio Herrera, mesero de 18 años.
Marisol es la esposa de Jorge Adrián Estrada, otro de los detenidos. Ella dijo que su marido, que es comerciante, estaba la mañana de ese viernes en un domicilio en Monte Athos. Estrada trabajaba en acabar con la humedad de la casa que renta su madre, en ese momento lo detuvieron: “Llegué al día siguiente, vi la puerta medio abierta, todo tirado, esculcaron todo, quebraron las láminas”. Marisol pide que no se los lleven de la capital, como les informaron las autoridades.
Las mujeres aseveran que sus familiares son inocentes: “No tienen la suficiente capacidad para detener a los verdaderos delincuentes y se agarran a gente inocente, a gente que sí trabaja; la verdad, no se vale”, se quejó Guadalupe.
El miércoles pasado, personal de la Fuerza Única detuvo a siete personas que, según las autoridades estatales, fueron halladas gracias a sus investigaciones. Se informó que los señalados se encontraban en un inmueble en la zona de Oblatos, y al momento de su detención se les halló armas y drogas.
La PGR informó que la Fiscalía les puso a disposición a los detenidos con armas, pero como aún no cuentan con los suficientes elementos en la averiguación previa para acreditar que tienen relación con el homicidio, solicitaron ampliar el término.
Elemento tapatío
En las instalaciones de la PGR un grupo de mujeres, familiares de los detenidos, aseguraron que los suyos eran inocentes. Guadalupe Rivera es concubina de José Domingo Millán, un policía de Guadalajara que se encontraba incapacitado por problemas de espalda y embolia, al momento de su detención.
La mujer contó que la mañana del viernes 19 de junio, cuando ocurrió el homicidio de Galván Guerrero, su marido estaba en su casa, en República y Jarauta, se alistaba para ir al peluquero y a comprar útiles para el festival del Día del Padre. Salió a las 10:00 horas, y ya no volvió. Apenas el martes Guadalupe supo que su esposo fue detenido junto al sobrino de éste, Antonio Herrera, mesero de 18 años.
Marisol es la esposa de Jorge Adrián Estrada, otro de los detenidos. Ella dijo que su marido, que es comerciante, estaba la mañana de ese viernes en un domicilio en Monte Athos. Estrada trabajaba en acabar con la humedad de la casa que renta su madre, en ese momento lo detuvieron: “Llegué al día siguiente, vi la puerta medio abierta, todo tirado, esculcaron todo, quebraron las láminas”. Marisol pide que no se los lleven de la capital, como les informaron las autoridades.
Las mujeres aseveran que sus familiares son inocentes: “No tienen la suficiente capacidad para detener a los verdaderos delincuentes y se agarran a gente inocente, a gente que sí trabaja; la verdad, no se vale”, se quejó Guadalupe.
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