Jalisco
Ambulantes desplazados se refugian en el Mercado de San Juan de Dios
Locatarios molestos: los informales incomodan a los clientes y ahuyentan a potenciales compradores
Todos los días, decenas de vendedores ambulantes recorren el mercado, también conocido como San Juan de Dios, ofreciendo sus productos: aparatos para masaje, botanas, adornos luminosos, baterías portátiles, perfumes, películas pirata, silbatos y otros objetos pequeños que pueden cargar.
Durante un recorrido realizado por esta casa editorial durante una hora, se detectó la presencia de al menos 32 vendedores de a pie. Suelen peinar el área de comida, donde hay más flujo de personas, aunque también buscan clientes afuera de los baños y en la explanada interior, pese a que está prohibido el ambulantaje dentro de los mercados municipales.
Se trata de los vendedores que antes se asentaban en las calles del Centro Histórico tapatío y que fueron retirados por el Ayuntamiento en noviembre.
Su forma de operar es cargar el producto en la mano y el resto en bolsas negras para que, si llegan a toparse con personal del municipio, puedan hacerse pasar por clientes. Aunque los que están en la explanada interior trabajan sin el más mínimo cuidado.
Locatarios del lugar ven con malos ojos a los “nuevos inquilinos”, pues aseguran que molestan a los clientes y ahuyentan a potenciales compradores de los locales establecidos que pagan renta. Tal es el caso de Irma González, de la fonda “El Tapatío”, quien pidió seguridad. “Entran vendedores ambulantes, indigentes y pedigüeños que sólo molestan a los clientes. El que sale afectado es uno como locatario porque luego ya no quieren volver”.
Según Diego Monraz Villaseñor, coordinador de Servicios Públicos Municipales, la Policía de Guadalajara ha incrementado la vigilancia a pie en el lugar. Señaló que Inspección y Vigilancia hace presencia para detectar a las personas que ejercen el comercio sin permiso.
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