Jalisco

Alumnos tapatíos registran la mayor obesidad en Jalisco

En la Región Sanitaria de Guadalajara se documenta el mayor porcentaje de niños con problemas por comer alimentos chatarra

GUADALAJARA, JALISCO (12/MAR/2016).- Las regiones sanitarias Guadalajara, Ameca Valles y Tlaquepaque son donde se concentra el mayor índice de obesidad y sobrepeso en niños de edad escolar en Jalisco.

Estos resultados son derivados del diagnóstico Escuela y Salud que la Secretaría de Salud en el Estado realizó el año pasado para medir sobrepeso, obesidad y bajo peso entre 21 mil 313 alumnos de 145 escuelas de las 13 regiones sanitarias.

En el índice de porcentaje por cada región se observa que de los tres mil 446 niños tamizados en escuelas de Guadalajara, 34.32% (mil 183) presentaron sobrepeso u obesidad.

En segundo lugar se encuentra Ameca, donde 32.74% de los mil 603 niños estudiados resultaron con sobrepeso u obesidad (525).

En el caso de las escuelas muestreadas en Tlaquepaque se detectó que 32.38% de los niños tuvieron esta condición (887).

En números totales, de los más de 21 mil niños tamizados, casi cuatro de cada 10 resultaron con un problema de exceso de peso.

El director del Departamento de Medicina Preventiva de la Secretaría de Salud, Alberto Ocampo Chavarría, señala que este programa tiene muchos años realizándose, pero desde 2015 se fortaleció con un seguimiento médico directo a los niños, en Unidades de Bienestar Familiar.

Se diagnostica al menor en una primera intervención en la escuela y, de ser necesario, se le canaliza a estas unidades, en donde hay un nutriólogo, activador físico y psicólogo.

En total, la Secretaría derivó a siete mil 937 de los 21 mil 313 niños a dichas unidades para que se les atienda su problema de bajo peso, sobrepeso u obesidad.

El Hospital Civil detecta un menor con diabetes II al mes

La diabetes tipo II, enfermedad metabólica que anteriormente se observaba únicamente en personas de la tercera edad y después en adultos, con el paso de los años llegó también a los adultos jóvenes y ahora también a los niños.

Esto se debe a que casi cuatro de cada 10 niños tienen sobrepeso u obesidad en México.

Uno de los lugares donde se han detectado niños con ese tipo de diabetes es el Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”. La jefa del Servicio de Endocrinología Pediátrica, Marisa Ramírez Ruiz, menciona que cada mes se ven de uno a dos niños con diabetes tipo II, aunque la problemática es mayor. “Podemos ver un niño por mes, o un niño cada dos meses, pero hay bastantes pequeños que no se detectan porque pueden estar sin presentar síntomas durante un tiempo… hay niños que ya están en vigilancia por obesidad, abandonan su tratamiento y cuando regresan es porque ya tienen diabetes”.

Advirtió que el común denominador de los menores que llegan a manifestar la diabetes es que en su dieta diaria se incluyen jugos procesados, los cuales tienen un alto contenido de azúcar.

SABER MÁS

Revisión tardía

La doctora Marisa Ramírez Ruiz recalca que el tratamiento de obesidad en el grupo pediátrico es más difícil que en los adultos. Y pese a los esfuerzos que realicen los pacientes y sus familias, no es tan fácil lograr la reducción de peso o llegar a la talla de acuerdo con su edad. Además, el diagnóstico de sobrepeso y obesidad es más tardado en la población infantil, por lo que tratamiento tiene hasta 95% de fracaso.

SEDENTARISMO, LA CAUSA

Niños, más propensos que las niñas

Por cada niña con obesidad en México, hay dos niños. Los datos en el grupo de cinco a 11 años arrojan que 11.8% de las pequeñas tienen este problema de salud, mientras que en los niños la cifra sube a 20.2 por ciento.

El coordinador de la Clínica para la Atención de Niños y Adolescentes con Obesidad del Nuevo Hospital Civil “Juan I. Menchaca”, Enrique Romero Velarde, menciona que en un estudio que personal de la clínica hizo en escuelas, se encontró hasta 40% de niños con obesidad y sobrepeso en algunos planteles escolares.

Otro factor predominante en un estudio adicional es que los municipios del interior del Estado pueden tener un índice menor de sobrepeso y obesidad en menores de edad, en comparación con la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Por ejemplo, se analizó el caso de Arandas, donde se detectó que existe obesidad en alrededor del 25% de los niños y 22% en niñas. Esto es casi 10 puntos porcentuales por debajo del Municipio de Guadalajara, donde se tiene una prevalencia del 34 por ciento. “Es posible que en otros municipios, donde quizá los niños tienen más oportunidad de moverse, porque no tienen tanta exposición a los artículos electrónicos, la prevalencia sea un poco menor, pero de todas formas hay obesidad y sobrepeso”.

Vallarta y Autlán registran talla baja entre estudiantes

Los niños en edad escolar no sólo presentan problemas de sobrepeso y obesidad sino también lo contrario: un bajo peso que tampoco es un buen indicador en su salud.

El estudio Escuela y Salud, revela que la zona de Vallarta (Costa Norte) y Autlán de Navarro (Costa Sur) son las que presentan el mayor índice de bajo peso.

En Vallarta, el resultado del tamizaje de 930 niños fue que 132 alumnos (14.19%) tienen un peso más bajo de lo normal a su edad, mientras que 186 niños (20%) presentan algún grado de sobrepeso y obesidad.

En Autlán de Navarro se revisaron mil 105 pequeños, de los cuales  156 (14.11%) tuvieron un bajo peso, mientras que tres de cada 10 aparecieron con sobrepeso y obesidad.

¿El peso en edad escolar?

62.7% de los estudiantes tiene un peso normal.
8.2% tiene un bajo peso.
16.3% tiene sobrepeso.
12.66% tiene obesidad.
37% de los alumnos fue referido a una Unidad de Bienestar para ser abordado por un equipo multidisciplinario.

Casi 30 kilos de peso a los dos años

Apenas tenía dos años y tres meses de edad cuando Laurita ya debía lidiar con un problema de salud grave. Pesaba 28.5 kilogramos y medía 95.1 centímetros, más del doble de lo recomendado para su corta edad, cuando el parámetro marca entre 12.5 y 14.5 kilogramos, según  la Organización Mundial de la Salud.

La pequeña es un caso de obesidad infantil, por lo que fue enviada por su pediatra a la Clínica para la Atención de Niños y Adolescentes con Obesidad del Nuevo Hospital Civil “Juan I. Menchaca”.

El exceso inició cuando tenía seis meses de edad, refiere su madre, quien también tiene obesidad. En su historia clínica resalta la falta de consumo de frutas y verduras, así como un excesivo consumo diario de bebidas azucaradas, como jugos industrializados, y alrededor de dos refrescos a la semana.

Laurita también consumía chocomilk y aguas frescas con azúcar, todos los días, así como nieve de leche y dulces de manera frecuente.

La niña fue tratada en la clínica como un caso de obesidad y se le dio un tratamiento para reducir las bebidas azucaradas.

Actualmente tiene tres años y ocho meses de edad, pesa 32.4 kilogramos y mide 109.5 centímetros. Aunque su médico asegura que ha mejorado su situación, debe continuar en vigilancia constante para evitar la aparición de enfermedades metabólicas, pues su padre tiene diabetes mellitus tipo II, lo que aumenta un factor de riesgo más para padecerla.

LA VOZ DEL EXPERTO

Así como se heredan los genes, también los hábitos


Maricarmen Osés González (nutrióloga certificada por el Colegio Mexicano de Nutriólogos).

No es suficiente quitar la comida chatarra en escuelas, si en la casa siempre se tiene un refresco en el refrigerador, advierte la Maricarmen Osés González, nutrióloga certificada por el Colegio Mexicano de Nutriólogos y miembro de la Federación Mexicana de Diabetes.

Señala que está comprobado que el micro ambiente familiar es el primer generador de sobrepeso y obesidad en nuestro país, pues los menores comen lo mismo que los papás. Así como se heredan los genes, también los hábitos.

“Hoy los niños están más educados en las escuelas que por los papás”.

La especialista asegura que las propuestas de salud que se han emitido a nivel nacional han quedado muy altas para la población en general, pues no se puede llegar con la misma estrategia a todos los niveles socioeconómicos.

“Las razones de sobrepeso no son las mismas en un nivel socioeconómico alto o bajo, no se puede abordar el tema de la misma manera, pero si nos vamos a lo más sencillo, al paso a paso, para lograr pequeños cambios, se pueden ir adoptando nuevos y mejores hábitos”.

Además, considera, las medidas generalmente son erróneas porque se habla de evitar y prohibir alimentos, en lugar de hablar de una disminución de porciones o la realización de pasos pequeños, que traen resultados más concretos y permanentes.

Incluso, se lucha con ciertas creencias como que la comida mexicana esté considerada un código cultural que indica afecto y cariño, así como comer por gusto y no por nutrición.

“A las mamás les da más miedo que falte comida a que sobre… hay mucha información en el aire, pero a la gente le cuesta trabajo aterrizar esa información a su vida real porque son propuestas de fantasía”.

Insiste en que la mejor manera de prevenir el sobrepeso y mantenerse sano es empezar con hábitos como bajar porciones, empezar con actividad física y concientizar a la gente del balance de la energía. De esa forma, si se tiene sobrepeso es que se está comiendo más de lo que el cuerpo puede oxidar.

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