Jalisco
Allá en la fuente
Tantos años de vivir en la ciudad y no acordarse de que en este mes las cuestiones del clima son lo mismo que echarse un volado...
La rutina comenzó como todas las mañanas, el detalle minúsculo de las noticias fue el clima de la ciudad de Guadalajara para el día de ayer, que rezaba fielmente: “Lluvia moderada y en episodios”.
Dos compadres se encuentran en La Fuente, a eso de la una de la tarde. El tema obligatorio era el día lluvioso.
— Compadre, si esto es un episodio, es uno muy pero muy largo, ¿no le parece?
— Pues ¡qué bárbaro! Tantos años de vivir en la ciudad y no acordarse de que en este mes las cuestiones del clima son lo mismo que echarse un volado. Es más, hay hasta un dicho popular que dice: “Febrero loco, marzo otro poco”.
— Descuido el mío, pero es que apenas entra el mes y ya con estas jugadas del clima. No se me hace justo.
— El tacuche no es nuevo y los zapatos tampoco, así que no se apure. Pobres los que andan en la calle, ellos tienen que esquivar los charcos y las salpicaderas de los autos.
— No, pobres los que como usted creyeron que la lluvia moderada sería cosa de nada y no cargaron paraguas. Por cierto compadre ¿trae chamarra o algo?
— Yo soy uno de esos pobres, como bien dice, que le dieron sentido erróneo a las lluvias moderadas y me salí de casa sin paraguas, pero por ahora tengo un techo donde protegerme del agua.
Dos compadres se encuentran en La Fuente, a eso de la una de la tarde. El tema obligatorio era el día lluvioso.
— Compadre, si esto es un episodio, es uno muy pero muy largo, ¿no le parece?
— Pues ¡qué bárbaro! Tantos años de vivir en la ciudad y no acordarse de que en este mes las cuestiones del clima son lo mismo que echarse un volado. Es más, hay hasta un dicho popular que dice: “Febrero loco, marzo otro poco”.
— Descuido el mío, pero es que apenas entra el mes y ya con estas jugadas del clima. No se me hace justo.
— El tacuche no es nuevo y los zapatos tampoco, así que no se apure. Pobres los que andan en la calle, ellos tienen que esquivar los charcos y las salpicaderas de los autos.
— No, pobres los que como usted creyeron que la lluvia moderada sería cosa de nada y no cargaron paraguas. Por cierto compadre ¿trae chamarra o algo?
— Yo soy uno de esos pobres, como bien dice, que le dieron sentido erróneo a las lluvias moderadas y me salí de casa sin paraguas, pero por ahora tengo un techo donde protegerme del agua.
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