Jalisco

Alcaldías se pasan la 'bolita' en la prestación de servicios públicos

Para paliar el abandono, el Ayuntamiento de Guadalajara ya prepara un programa de intervención para mejorar la imagen urbana

GUADALAJARA, JALISCO (13/MAR/2015).- Reconocer los límites municipales es imperante para determinar quién es el responsable del mantenimiento de los servicios públicos, advierte el director del Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan), Alberto Orozco Ochoa. Sin embargo, prevé que la solución llegará con las siguientes administraciones: “Definir el límite es un primer paso importante. El reconocimiento es una condición para saber a quién le toca qué”.

Al definir la franja, explica, se podría trabajar en las mesas de trabajo de coordinación y puntos de acuerdo para entender y trabajar “en la atención de estos espacios olvidados o no reconocidos por las autoridades”.

Orozco Ochoa planteará desde el Imeplan la definición de los límites en un área complementaria y no física, con el fin de cortar la frontera económico-administrativa. Comenta que falta fortalecer esta perspectiva integral metropolitana para entender los rezagos, desatenciones o temas pendientes.

Harold Dutton Treviño, académico del Instituto en Investigaciones de Políticas Públicas y Gobierno de la Universidad de Guadalajara, comenta que las deficiencias se explican por la rotación trianual de las administraciones municipales, que evita la planeación y cooperación entre ayuntamientos. Agrega que el Imeplan debería hacerse responsable de la coordinación, pero falta compromiso político de los presidentes municipales que politizan todo, en vez de dar buenos servicios.

“Los municipios no se han puesto de acuerdo de cuáles son sus límites. Es un problema de la administración pública muy grave para estas épocas. Y algo que es fundamental, es mínima o nula la cooperación entre los municipios para trabajar el tema”.

Esta problemática afecta a 349 mil 376 personas que residen en las 80 colonias en Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá que limitan con Guadalajara, que representan 8% del total en la metrópoli.

En septiembre del año pasado se concertó entre los ayuntamientos de Guadalajara y Zapopan la intervención simultánea de las zonas públicas ubicadas en los límites de ambos municipios. Las direcciones de Servicios Públicos llevarían un calendario para trabajar 25 puntos, con pinta de material urbano, podas, bacheo, revisar las luminarias y cortar el césped, pero cada quien con sus recursos y personal.

El director de Mejoramiento Urbano de Guadalajara, José Carmen Lozano, informa que a partir del 23 de marzo reiniciará el programa de atención, y en la última semana de abril comenzaría la colaboración con Tlaquepaque y terminaría en la última semana de mayo con Tonalá: “Fueron buenos los resultados el año pasado”.

Por lo pronto, en Zapopan se trabaría en 12 puntos, entre ellos los límites marcados por Avenida Patria, Vallarta, Mariano Otero y López Mateos.

“Más que deficiencias con los servicios en esas zonas, encontramos maleza crecida en los machuelos de las banquetas, propaganda colgante y basura”.

El jefe administrativo de Servicios Públicos en Tlaquepaque, René González Ramírez, celebra el apoyo del Gobierno tapatío, ante los pocos recursos con los que cuenta: “Por ejemplo, en la colonia El Sauz se nota el tipo de atención, más inmediata por parte de Guadalajara”.

La desventaja de estar abajo


El área dividida por Avenida Patria y su canal de agua recibe mantenimiento de los gobiernos de Guadalajara y Zapopan de manera diferenciada. Éste último tiene su zona residencial en un nivel más bajo que el de su vecino, esto lo condena a encharcamientos e inundaciones, comenta el director de Mantenimiento Urbano de Zapopan, Víctor Reynoso García: “Recibimos un mayor cauce y por ello se da la inundación del canal y se desborda”.

Comenta que las acciones de rehabilitación se han limitado a mamposteo, instalación de alambrado y mallas de protección, desazolve y retiro de maleza: “Es un canal donde se han perdido algunas vidas porque es demasiada el agua que recibe”. Explica que los residuos son un factor importante para que se taponee el riachuelo.

Por su parte, el director de Mejoramiento Urbano de Guadalajara, José Carmen Lozano, indica que no han recibido reportes de tiraderos de basura clandestinos en esa zona, pero notifica que en cada visita de los trabajadores sacan entre 15 y 20 metros cúbicos de residuos.

COLONIAS JALISCO Y EL BETHEL
Robos y vandalismo atemorizan a vecinos


Una bala traspasó la pierna de David Isaí hace tres meses cuando caminaba por la Colonia Jalisco, de Tonalá, mientras cruzaba una calle hacia su casa en El Bethel, de Guadalajara. El plomo terminó en el cuerpo de un perro que falleció casi al instante.

David, de apenas 15 años, venía de visitar a su novia que vive cruzando la Avenida Malecón, la cual divide los dos municipios. A las 10 de la noche un par de jóvenes pasaron peleando a balazos, pero David resultó herido: “Sí sé quién fue, pero para qué le muevo”, dice resignándose a no denunciar la agresión. El adolescente fue trasladado a la Cruz Verde y se recuperó días después.

La estadística de averiguaciones previas de la Fiscalía General del Estado, mantiene a estas dos colonias como protagonistas en los índices delictivos. Amenazas, narcomenudeo y robo, son los delitos donde El Bethel sobresale; mientras, la Jalisco destaca en lesiones dolosas, daño a las cosas, narcomenudeo, robo y violencia familiar.

Carmen Martínez es vecina de David en El Bethel, y ella también conoce un caso reciente de asalto: a su hermano le robaron su celular y dinero a las siete de la mañana: “Se asustó porque de repente le salieron”.

Gerardo Reyes Rodríguez también recuerda que hace unas semanas a su hermana le robaron su teléfono inteligente y a otro familiar su motocicleta en la misma colonia.

Del otro lado, en la Jalisco, Raquel Ruvalcaba atiende un supermercado, desde donde ha sido testigo de los conflictos entre pandillas: “A cualquier hora y momento”. Los balazos ya son pan de cada día: “Les vale si la gente pasa… una vez tuvimos que cerrar las cortinas de la tienda. Les llamamos a las patrullas y llegaron cuando se terminó todo. No hacen nada”.

El director de la Policía de Tonalá, Javier López Ruelas, destaca que al inicio de la actual administración se inició con un operativo de cero tolerancia contra el pandillerismo, sobre todo en la Colonia Jalisco, “que tiene un estigma de que es la colonia más conflictiva del Estado”, aunque afirma que ha bajado la delincuencia.

Entre los trabajos de combate a la delincuencia rescata los 11 millones de pesos conseguidos para Tonalá dentro del Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, que han servido para rehabilitar parques y promover talleres culturales.

CRÓNICA
La calle del desperdicio


Tres caballos sin rienda quitan con el hocico delicadamente un rígido pedazo de escombro a los pies del Cerro del Cuatro. Buscan pasto para comer en el húmedo pero estéril terreno lleno de plásticos, ropa y botellas.

Los caballos tienen al frente una reja de dos metros de alto que divide la zona habitacional de la Colonia Francisco Villa de Guadalajara, y detrás de ellos la punta del Cerro donde las colonias marginadas de Buenos Aires y Francisco I. Madero en Tlaquepaque contrastan con los cotos privados lujosos de Terralta.

El área en cuestión es la calle Jesús Reyes Heroles, que no tiene banquetas, pero sí sillones y colchones arrumbados que delimitan el camino. No está pavimentada, pero sí está tapizada de escombro.

Fernando, desde su negocio de pollos a la leña, es testigo del descuido de la autoridad en el camino, que inicia en una secundaria de la Colonia Miravalle y se extiende hasta la entrada a la Colonia Francisco Villa: “Sí pasa mucha gente por ahí. Lo peor se vive en la noche porque no hay camino ni alumbrado”.

La incoherencia se confirma con varias luminarias instaladas y ninguna encendida, y con una planta eléctrica instalada detrás de la malla que divide a Tlaquepaque de Guadalajara.

“Aunque pase la basura van y la tiran”, denuncia Felipa Jiménez: “Camionetas llegan a tirar basura, sabe de dónde vengan. Y los policías son peores, reciben su mochada y los dejan hacer lo que quieran”.

La pestilencia de los residuos se resiente en la nariz, los ojos y la garganta. Y cuando llueve los lixiviados recorren las colonias de Guadalajara, la basura regresa de donde vino, o por lo menos uno de sus orígenes.

El director de Mejoramiento Urbano de este municipio, José Carmen Lozano, ya tiene conocimiento y agrega: “Llegan camiones grandes o carros jalados por caballos que tiran escombro. Con eso nos tapan los vasos reguladores del Cerro”.

Sobre una solución del problema se limita a decir: “Lo estamos atendiendo. La solución de fondo es que no tirara la gente escombro. Sería cuestión de tener vigilancia para evitar que los camiones lleven sus desechos”.

Mientras, el jefe administrativo de Servicios Públicos en Tlaquepaque, René González Ramírez, admite que no tenía conocimiento de este problema.

La calle seguirá llenándose de basura y escombro.

LA VOZ DEL EXPERTO
Primero coordinación municipal... luego dinero

Harold Dutton Treviño
(académico de la UdeG).

Para evitar el mal uso de recursos para programas de rehabilitación de zonas limítrofes municipales, el miembro del Instituto en Investigaciones de Políticas Públicas y Gobierno de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Harold Dutton Treviño, promueve la coordinación entre los ayuntamientos para lograr una atención adecuada de los servicios a la población.

“Debemos hacer que nuestros directores de servicios tengan mecanismos que les facilite la vida para comunicarse con sus pares en otros municipios”.

Propone la integración de presidentes de colonos para que intervengan en los procesos de mantenimiento de la infraestructura. Un actor importante para estas medidas sería el Instituto Metropolitano de Planeación, el cual debe velar por la calidad de los servicios de recolección de basura, vialidad, seguridad pública y espacios abiertos: “Todos estos tienen que ver con un componente: la planeación. Si no hay planeación en conjunto cada quien hace lo que se le ocurre. Y hay algunos municipios que se basan en una política de ocurrencia que nos afecta a todos en la calidad vida”.

Basura e inundaciones dividen municipios

Un arroyo que baja de las colonias Constitución o Seattle desemboca en el Canal de Patria. El cruce de esta arteria en la calle Zoquipan provoca inundaciones, accidentes viales y hasta muertes a las que ya está acostumbrado Rodolfo Flores, quien sufre la inundación de su tienda de abarrotes cada año:

“Baja mucha agua por muchos lados. El problema es el agua que llega de colonias aguas arriba. Y las alcantarillas de acá no dan abasto”.

A lado de su tienda, en el negocio de fotografías de estudio de Karina García siempre se inunda en cada temporal, ya hasta tiene la medición marcada en su pared: “Se hace un lodazal”.

Ambos recuerdan cuando un motociclista fue “tragado” el año pasado por el agua de lluvia que corría por las calles hasta desembocar en el Canal de Patria, el mismo que divide los municipios de Guadalajara y Zapopan, y del cual el Ayuntamiento tapatío desazolva de 15 a 20 metros cúbicos de residuos orgánicos y urbanos cada vez que le da mantenimiento.

El panorama de la recolección de basura entre ambos municipios, que es clave para evitar las inundaciones en la zona limítrofe, es completamente distinto. Del lado de Zapopan, cercano al Mercado Atemajac, bultos de basura cubren las esquinas y tapan los hoyancos y baches de las calles empedradas. Otras bolsas y costales con kilos de residuos juegan con caer al canal.

Martha Francisca García, vecina de Valles de Atemajac, afirma que tras denunciar las deficiencias del servicio de recolección de basura en la colonia con el alcalde Héctor Robles, los carretones volvieron a pasar; sin embargo tuvieron periodos de hasta dos semanas en que no los veían.

Antonio Macías y Jorge Guzmán, quienes se dedican a la recolección y limpieza de la basura en el Mercado Atemajac, han sido testigos de cómo personas avientan sus bolsas al canal. Platica Antonio: “En la entrada al canal está lleno de basura. Las personas hicieron un boquete en los alambrados y allí dejan sus bolsas. El agua se estanca y no pueden pasar los carros. Tapan la salida del agua”.

“Hay gente del barrio que llega y tira su basura aquí. O los del rastro traen tripas en bolsas”, agrega Rafael Pérez, quien se dedica a recoger y reciclar los cartones y plásticos que llevan a la tolva.

El problema de la recolección de basura llega al punto de que vecinos y personal del rastro intentan convencer con dinero a los trabajadores para tirar sus residuos en la tolva del mercado. Pero el basurero se llena y provoca malos olores.

“El principal problema en el mercado es el de la basura, con los olores”, se queja Marina Madera, encargada de la Taquería San Miguel. Dice que el descuido en la zona alcanza a la seguridad del mercado que ha sido presa de varios asaltos.

Del otro lado, en la Colonia Santa Elena Alcalde, el paisaje es distinto, las calles están pavimentadas, no se ven bolsas de basura en la calle y, según Alberto Martínez, residente del lugar, el carretón pasa diariamente. De hecho, asegura, que el Ayuntamiento de Guadalajara da mantenimiento al canal cada 40 días.

RADIOGRAFÍA

En el Área Metropolitana de Guadalajara se tienen mil 506 colonias. Guadalajara cuenta con 584 y Zapopan con 355, por lo tanto son los municipios con más colonias y entre los dos concentran el 62.4% del total.

Tonalá tiene 191 colonias, Tlaquepaque 156 y Tlajomulco, 146.

FOCOS ROJOS
Puntos a rehabilitar en Zapopan


Prolongación Alcalde y Patria.

Ávila Camacho y Patria.

Américas y Patria.

Inglaterra y Vallarta.

Vallarta y Leñadores.

Avenida México y Teatro de la República.

Patria y Acueducto.

Mariano Otero y Ámbar.

Mariano Otero y Lapislázuli.

Mariano Otero y Topacio.

López Mateos y Las Rosas.

Cruz del Sur y Conchitas.

CONTACTOS
Denuncias


El número de atención para servicios municipales de Guadalajara es el 070.

La línea de atención de servicios municipales de Zapopan es el 2410-1000.

El teléfono en Tlaquepaque es el 3837-0440.

En Tonalá los teléfonos son: 35866000 o 080.



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