Jalisco

Agua Prieta no resolverá problema de aguas residuales: académico

Arturo Gleason, consultor hidríco de la UdeG, señala que trabajo que ofrecerá en conjunto con El Ahogado será suficiente

GUADALAJARA, JALISCO (13/NOV/2012).- Aunque la Comisión Estatal del Agua (CEA) asegure que con la puesta en marcha de la mega planta de tratamiento Agua Prieta se intervendrá el 100% de aguas residuales de la ciudad, esto no garantizará el correcto saneamiento del líquido, ya que en los drenajes se vierten desechos de todo tipo de peligrosidad, considera Arturo Gleason, consultor hídrico e investigador de la UdeG.

Señala, además, que al no separar las aguas residuales según su origen, industrial o comunitario, el tratamiento que ofrecerán en conjunto las plantas El Ahogado y Agua Prieta será insuficiente.

"El tratamiento que se le daría es muy parcial, no sería total como la norma lo establece, porque en la red del drenaje de la ciudad va de todo, y no es lo mismo limpiar agua de desechos humanos que limpiar agua con metales provenientes de la industria".

El consultor ejemplifica el caso de Londres, Inglaterra, donde optan por seccionar el tratamiento por su origen, y de esa manera utilizan el procedimiento adecuado para contrarrestar los contaminantes perfectamente identificados.

"En la parte alta del Río Támesis hay plantas de tratamiento que limpian el agua de los municipios, de manera que llega muy limpia al río para convivir con el medio ambiente. Es uno de los más vigilados del mundo", continúa.

Caso contrario es el Río Santiago, que si bien la CEA ha dicho que con la puesta en marcha de El Ahogado se ha disminuido su contaminación, Gleason se muestra escéptico, pues asegura que mientras no vigilen ni controlen las descargas de desechos al cauce, no podrán asegurarse de su saneamiento.

"Es uno de los sitios más contaminados de todo el país y no hay voluntad política para sanearlo; los gobiernos no quieren porque la gente que contamina el río es poderosa, que está detrás de los políticos".

Agrega que mientras no se apliquen medidas punitivas y de vigilancia a quienes lo perjudiquen, el río seguirá careciendo de oxígeno que permita albergar vida y de las condiciones para garantizar una sana convivencia con quienes lo circundan, hasta hoy nula.

EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
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