Jalisco
Afectados en Brasil analizan caso El Zapotillo
Expresan que el Estado no busca el bienestar de los pobladores sino la secuencia del proyecto
Presa El Zapotillo, el Estado responde al interés de las grandes empresas y la estrategia de atención que se ha ventilado para garantizar los derechos humanos no es tal, sino una "simulación" que pretende "desgastar".
Tal es la conclusión a la que llega Robson Sebastian Formica, del Movimiento de Afectados por Represas de Brasil, quien realizó un recorrido por las zonas que, según el plan trazado, quedarán inundadas por las aguas del Río Verde.
Según la experiencia del activista, en toda América Latina hay fuentes de energía y agua en abundancia; fuentes que desean ser explotadas por los grandes corporativos. Pero también hay frentes de defensa que luchan por evitar que la explotación se concrete: así en Brasil como en México.
Su experiencia no es diferente entre un país y otro. Allá también hay un "método elaborado" de "violación sistemática" de los derechos humanos. En Brasil, afirma, también hay grupos o asociaciones que "fingen" mediación entre autoridad y pobladores, pero cuya meta última es reducir o eliminar discusiones para que la agenda del proyecto siga cumpliéndose.
Su comparativo involucra a la Fundación México Sustentable, que de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), realiza un estudio sensible en las delegaciones de Temacapulín, Acasico y Palmarejo (en Los Altos de Jalisco) para que todas las partes involucradas en el proceso de negociación de tierras y propiedades terminen en buenos términos.
La dependencia federal ha defendido que al ser un grupo de profesionales integrado por trabajadores sociales, psicólogos, educadores y expertos en otras áreas especializadas en el trato humano, podrían acercarse y exponer las "bondades" del proyecto de manera cálida. Todo con el fin de que todas las partes queden satisfechas.
Pero para Robson Formica, la mediación está "condicionada" a que el proyecto deseado por la autoridad (la presa con una cortina de 105 metros) prevalezca, y no pretende asegurar mejor calidad de vida a los habitantes. Acaso "legitimar" la construcción del embalse, a costa de una estrategia en la que los integrantes de la fundación ganen la confianza de los pobladores para que, eventualmente, éstos sean desplazados a un nuevo sitio.
En su recorrido por los municipios de Cañadas de Obregón y Mexticacán (donde se encuentran los poblados en riesgo de ser inundados), dice, constató "violaciones" a derechos de los pobladores, quienes carecen de información puntual sobre El Zapotillo y sus secuelas.
También afirma que no se les ofrece el derecho de mejorar sus condiciones de vida, que su participación no es tomada en cuenta y que la salud de los pobladores se ve afectada por el trastorno psicológico de la incertidumbre sobre su futuro.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
GUADALAJARA, JALISCO (27/AGO/2014).- No hay apoyo legítimo a los pobladores que están en el área de afectación prevista por la
Tal es la conclusión a la que llega Robson Sebastian Formica, del Movimiento de Afectados por Represas de Brasil, quien realizó un recorrido por las zonas que, según el plan trazado, quedarán inundadas por las aguas del Río Verde.
Según la experiencia del activista, en toda América Latina hay fuentes de energía y agua en abundancia; fuentes que desean ser explotadas por los grandes corporativos. Pero también hay frentes de defensa que luchan por evitar que la explotación se concrete: así en Brasil como en México.
Su experiencia no es diferente entre un país y otro. Allá también hay un "método elaborado" de "violación sistemática" de los derechos humanos. En Brasil, afirma, también hay grupos o asociaciones que "fingen" mediación entre autoridad y pobladores, pero cuya meta última es reducir o eliminar discusiones para que la agenda del proyecto siga cumpliéndose.
Su comparativo involucra a la Fundación México Sustentable, que de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), realiza un estudio sensible en las delegaciones de Temacapulín, Acasico y Palmarejo (en Los Altos de Jalisco) para que todas las partes involucradas en el proceso de negociación de tierras y propiedades terminen en buenos términos.
La dependencia federal ha defendido que al ser un grupo de profesionales integrado por trabajadores sociales, psicólogos, educadores y expertos en otras áreas especializadas en el trato humano, podrían acercarse y exponer las "bondades" del proyecto de manera cálida. Todo con el fin de que todas las partes queden satisfechas.
Pero para Robson Formica, la mediación está "condicionada" a que el proyecto deseado por la autoridad (la presa con una cortina de 105 metros) prevalezca, y no pretende asegurar mejor calidad de vida a los habitantes. Acaso "legitimar" la construcción del embalse, a costa de una estrategia en la que los integrantes de la fundación ganen la confianza de los pobladores para que, eventualmente, éstos sean desplazados a un nuevo sitio.
En su recorrido por los municipios de Cañadas de Obregón y Mexticacán (donde se encuentran los poblados en riesgo de ser inundados), dice, constató "violaciones" a derechos de los pobladores, quienes carecen de información puntual sobre El Zapotillo y sus secuelas.
También afirma que no se les ofrece el derecho de mejorar sus condiciones de vida, que su participación no es tomada en cuenta y que la salud de los pobladores se ve afectada por el trastorno psicológico de la incertidumbre sobre su futuro.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
Síguenos en