Jalisco
Académicos de la UdeG rechazan Presa El Zapotillo
Investigadores reclaman que a pesar de que Jalisco aporta más de 80% del líquido, con el embalse, 69% se destinaría a Guanajuato
Rechazan este proyecto por distintas razones, como que es “aberrante” cambiar la hidrología de un río, que secarán seis kilómetros del cauce a partir del sitio donde se construya la cortina, que se inundarán tres pueblos, que León recibirá agua limpia y regresará a Jalisco sus descargas urbanas “tratadas”, y que existen otras opciones para el abastecimiento del líquido vital.
Lo más preocupante para los investigadores José Antonio Gómez Reyna, Mireya Acosta y Liborio Saldaña Solís, es que “están en juego” más de cuatro mil 500 hectáreas de tierras de cultivo y tres pueblos que pretenden desaparecer (Temacapulín, Acasico y Palmarejo), lo cual se contradice a lo que sugiere la Unesco, de que en proyectos hidráulicos se tienen que tomar en cuenta las condiciones sociales y ambientales.
Gómez Reyna resaltó que la ciudad de León tiene 10 puntos de inundación, y que los escurrimientos en la cuenca podrían aprovecharse para abastecer a la población.
Asimismo, en Guanajuato, 87.3% del recurso se utiliza en la agricultura, “y sigue habiendo gran desperdicio de agua en este sector, porque no han modificado sus sistemas de riego”. La eficiencia del uso en la ciudad es de 45.6%, lo que significa que por cada 100 litros, se pierden 55 en las tuberías, expuso la hidróloga Mireya Acosta.
El Río Verde mide 20 mil 500 kilómetros cuadrados y atraviesa los estados de Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato y Jalisco. Desde 1944, hay una serie de decretos que han incrementado la cantidad de metros cúbicos para Guanajuato y disminuido para nuestro Estado.
“No es que no queramos compartir nuestras aguas con los guanajuatenses. Lo que nos llama la atención es que nuestras autoridades no dicen nada y han sido permisivas para que nos despojen de nuestras aguas”, dijo la investigadora de la UdeG, ya que Jalisco aporta más de 80% del agua, de la cual 69% se destinará a Guanajuato, un Estado que sólo aporta 5 por ciento.
Otro punto que inquieta es que León regresaría el agua del Río Verde a Jalisco, a través del Río Turbio, que posteriormente desemboca en el Río Lerma. Es decir, descargarán aguas “tratadas” (aunque el proyecto del saneamiento todavía no arranca) al Turbio, que de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), está fuertemente contaminado.
“Nos quieren dar otra vez agua de alcantarilla, antes con la Presa Arcediano y ahora a través del Turbio, aunque es importante aclarar que este río no entra al Lerma, por los niveles. Pero aún imaginando que se pudiera, es muy peligroso, porque en la única ciudad del mundo que se reutiliza el agua tratada es Zimbaue, y en 2008 tuvo una epidemia de cólera que sólo se contagia por aguas contaminadas. Y resulta que hasta el gobernador (de Jalisco) presume que nos van a regresar todas estas aguas, llenas de contaminantes que finalmente llegarían a Chapala”.
En la Manifestación de Impacto Ambiental de la Presa El Zapotillo, la Conagua expone que seis kilómetros del Río Verde quedarán secos, por la cantidad de agua que se tiene que otorgar a las ciudades. La solución que da la dependencia federal es extraer agua subterránea en esa zona, para suplir el gasto ecológico y con ello, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó el proyecto.
Los académicos –quienes también advirtieron de los riesgos de la Presa Arcediano desde que se proyectó– concluyen que Jalisco pierde alto volumen de agua limpia del Río Verde, agua segura para abastecer a la Zona Conurbada de Guadalajara, la soberanía territorial, memoria histórica y dignidad de sus habitantes, y gana un alto riesgo a la salud en enfermedades epidémicas y crónicas al usar agua tratada.
Distribución del Río Verde por Estado
Zacatecas 15%
Aguascalientes 21%
Guanajuato 7.1%
Jalisco 56.9%
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