Jalisco
— ''Qué bonito soy...''
Las encuestas no incorporan rasgos comparativos entre la anterior y la actual administración panista.
—II—
Hace 10 años, en efecto, hubo un plebiscito. En cuanto tuvo oportunidad de hacerlo, porque contó —por primera vez en décadas— con el marco propicio para unas elecciones libres, el pueblo pudo pronunciarse acerca de lo que ya no quería: gobiernos corruptos, autoritarios... e ineficientes; gobiernos interesados en asegurar prebendas y canonjías para la clase política, y en otorgar a los más necesitados una especie de limosna, merced a un sistema paternalista que le permitiera lucrar periódicamente, en las urnas, con su farisaica “generosidad”.
Según el discurso presidencial (copia al carbón de los panegíricos priistas a sus gobiernos), ese proyecto se cumplió con creces. Según la crítica priista, las administraciones “del cambio” han sido “poco eficientes, honestas y transparentes”: palabras más, palabras menos, el mismo tenor de las críticas panistas —en sus años heroicos de oposición— a los gobiernos priistas.
Las encuestas (una de “El Universal” difundida ayer, por ejemplo) ponen las cosas en su sitio: sólo 45.7% de los encuestados califica de “buena” a la presente administración; 51.5% estima que el régimen actual ha hecho “menos de lo esperado”; la calificación al ejercicio gubernamental, actualmente, es de 6.2 sobre 10 (es decir, aprobado, sí... pero “de panzazo”).
Las encuestas no incorporan rasgos comparativos entre la anterior y la actual administración panista. Si lo hiciera, en un aspecto, al menos, hay progreso: actualmente gobierna (bien, regular o mal) un Presidente; antes se ufanaba de hacerlo una “pareja presidencial” pródiga en episodios de folklore de rancho, de pena ajena y de humorismo involuntario.
—III—
En lo que el pueblo, dentro de los años, en la madre de todas las encuestas, pone las cosas en su sitio, alguien, en Los Pinos, hace suyas las coplas ya señaladas de Gordolfo Gelatino, y aquellas otras del infortunado Paco Stanley: “Qué bonito soy, qué bonito soy, cómo me quiero; y si me muero... jamás me podré olvidar”.
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