Jalisco
— Puritanos
Al final, ningún arresto del ''Operativo Rescate'' tuvo relación con los delitos contra los que se actuó con espectacularidad digna de mejor causa
Para darle “transparencia”, se hizo acompañar de un grupo de reporteros y fotógrafos de prensa. Cerca de la medianoche, la caravana irrumpió abruptamente en hoteles, vecindades y “cines para adultos” de la “zona roja” de San Juan de Dios. Sin presentar orden judicial alguna, allanaron habitaciones, invadieron intimidades y asustaron, ofendieron, maltrataron, vejaron, tomaron fotografías (que luego se publicarían) y detuvieron a más de 30 mujeres —quienes, principalmente por su condición de madres, pedían que no se les tomaran fotografías—: a algunas por ejercer “el oficio más antiguo del mundo” (algo que, al margen del descrédito social que pueda tener, al menos en el Estado de Jalisco no es delito) y a otras por estar en sus cuartos, platicando y viendo televisión.
Para dejarlas en libertad, les impusieron multas doblemente injustas: primero, porque las “faltas administrativas” que supuestamente las motivaron, no se especificaron; segundo, porque el monto de las mismas fue arbitrario.
—II—
El puritano “operativo” estaba orientado, según se dijo, a impedir la comisión de dos delitos: la explotación sexual infantil y el lenocinio. Sin embargo, al margen de las multas atrabiliarias, sólo se detuvo a dos personas: una por portación de arma de fuego; otra porque había una orden de aprehensión en su contra por el delito de lesiones. Ningún arresto tuvo relación con ninguno de los delitos contra los que se actuó con espectacularidad digna de mejor causa.
—III—
Muchas sentencias evangélicas han sido impunemente tergiversadas o manipuladas a conveniencia. La que viene al caso ha sido una de las predilectas de quienes han encontrado en esa mina de sabiduría un filón inagotable. Y aun sin pretender que el autor de la frase —Jesús— hubiera tratado de justificar la prostitución o de idealizar a las prostitutas (la Violeta de “La Traviata”, la Sonia de “Crimen y Castigo” y la “Santa” de Jorge Isaac, entre otras, pese a ser admirables no alcanzan a ser arquetipos de moralidad ni paradigmas de conducta), es probable que venga como cortada a la medida para los puritanos y tartufos autores —materiales e “intelectuales”— del ofensivo, autoritario, aparatoso operativo en cuestión... (la enésima llamarada de petate, para ser exactos, de quienes identifican gobernar con dar golpes de efecto): “Las prostitutas os precederán en el Reino de los Cielos”.
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