Jalisco
— Prioridades
Jamás se ha dudado de que el pueblo quiere navegar a favor del orden y el progreso. Lo que ha estado en tela de duda, es si los gobernantes comparten esas metas con los gobernados
—II—
De las acciones de que se valieron los delincuentes para poner a la vista de todos los habitantes de la otrora “Ciudad Amable” su tarjeta de presentación, se ha pasado, por parte de las autoridades, a las mutuas recriminaciones: unos sostienen que los frutos de inseguridad y de violencia que ahora se cosechan, corresponden a la semilla sembrada en los años del “ancienne regime”; los dinosaurios que aún deambulan por ahí, que todo esto es consecuencia de la ineptitud de quienes vendieron el verbo de un “Cambio” que hasta ahora no se manifiesta ni en la mayor eficiencia ni en la mayor honradez de quienes han escalado a los cargos públicos, abusando de la buena fe (por no decir el candor) de los ciudadanos, expresada, en su momento, en las urnas.
—III—
Los “votos de confianza” en las instituciones, las invitaciones a “unir fuerzas”, ante las espectaculares evidencias de que el enemigo ya está en casa, son una paradójica invitación al plebiscito. Paradójica, sí, porque jamás se ha dudado de que el pueblo quiere navegar a favor del orden y el progreso, como dice el blasón de la bandera brasileña. Lo que ha estado (y, como dijo Don Teofilito, “seguirá estando...”) en tela de duda, es si los gobernantes comparten esas metas con los gobernados.
JAIME GARCÍA ELÍAS / Periodista y conductor radiofónico.
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