Jalisco

— Operativos

Y para quien aún tenga la compulsión de creerles, hay noticias: los dientes de leche se caen a los seis años

Digámoslo sin preámbulo: espectaculares sí son. De hecho, son cuasi-peliculescos... Irrumpen intempestivamente. Lo hacen como una orquesta sinfónica que súbitamente atacara un “fortíssimo”... Son muchos, ciertamente, pero parecen muchos más de los que son.

Paralizan al más pintado. Se duda, por un momento, si no se trata de extraterrestres recién bajados, en tropel, de una nave interplanetaria. Aparecen de improviso, como fantasmas, en establecimientos en que se desarrollan de manera rutinaria, pachorruda, las actividades cotidianas de compraventa... Un día pueden “caerle” a los locales de un mercado —el de San Juan de Dios, por ejemplo— justamente afamado como emporio de la “piratería”. Otro día pueden hacerlo en las nobles casonas del barrio del Santuario habilitadas como farmacias clandestinas. Otro más, a los tianguis en que circula, a plena luz del día, mercancía de dudosa procedencia o importada de contrabando.

—II—


Ahora mismo, las corporaciones policíacas acaban de hacer alarde de la eficiencia de sus servicios de inteligencia y de la destreza de sus integrantes para aparecer en escena como si se tratara de extras —villanos, obviamente— de película del Agente 007. Lo hicieron en la zona aledaña a la antigua Central Camionera, reconocida como el principal mercado de autopartes —legítimas y de las otras— de la ciudad... Al cabo del operativo, como de costumbre, vinieron las declaraciones, el boletín, los números: 430 agentes de media docena de corporaciones participaron en la maniobra conjunta; se detuvo a casi un centenar de personas; se aseguró una flotilla de casi medio centenar de motocicletas capaces de transportar desde un espejo lateral de Chevy hasta un motor de Ferrari; se decomisaron miles de autopartes “irregulares”: unas, importadas sin requisitar los trámites correspondientes; otras, simplemente robadas.

—III—


Queda en el terreno de la anécdota que los detenidos comenzaron a salir en libertad al rato de su captura, mediante el pago de multas que fluctuaron entre los 200 y los 800 pesos. Es irrelevante el antecedente de que en absolutamente todos los operativos similares realizados en San Juan de Dios, el Santuario, etc., a las 72 horas todo vuelve a la normalidad; es decir, a la anormalidad institucionalizada.

Los inefables declaradores de costumbre aseveran que los operativos, esta vez sí, van en serio; que serán, esta vez sí, permanentes. Que esta vez no serán meras llamadas de petate... (Y para quien aún tenga la compulsión de creerles, hay noticias: los dientes de leche se caen a los seis años).
Síguenos en

Temas

Sigue navegando