Jalisco

— Lucir cuesta...

¿Quién, señor, no ha visto una película del Agente 007...?

¿Quién, señor, no ha visto una película del Agente 007...? ¿Quién no se ha admirado de la calidad de sus camisas, la textura de sus trajes, la pulcritud de su calzado...? ¿Quién no ha pensado que con lo que se gasta el Agente Secreto de Su Majestad en cada película, en sus intervalos entre balacera y balacera con los malosos, invitando a restaurantes caros a las damiselas que se le atraviesan en el camino, un mortal común y corriente se gastaría el sueldo de un año, incluidos aguinaldo, reparto de utilidades y caja de ahorros...?

—II—


¿Quién, ya encarrerados, no se ha puesto a pensar en lo que cuesta el sofisticado armamento de que en cada cinta se vale el Mauricio Garcés de los cuicos del mundo...? Sus “transformers” que de automóviles (con colchón de agua y espejos en el capacete del asiento trasero... por lo que se ofrezca) se convierten en esquíes motorizados, aviones o lanchas lanzatorpedos, según se requiera; sus plumas atómicas que son, además, cámaras de video, micrófonos de alta sensibilidad y bazookas minúsculas; sus relojes que son, a la vez, radares, detectores de mentiras y cajitas de pastillas contra el mal aliento...

¿Alguna vez, en alguna de sus aventuras, ha sucedido que el mesero del restaurante le rechace la tarjeta de crédito “porque tiene reporte de robo”...? ¿O que tenga que refugiarse en las maquinitas “traga-dimes” en el casino, porque el croupier se niega a recibirle las corcholatas de “Favorita” que pretende apostar al ocho negro...? ¿O que en vez de viajar en Primera Clase tenga que desplazarse en autobuses de “La Alteña”...? ¿O que tenga que hacer una requisición ante su comandante para que le proporcionen otra docena de balas para la siguiente escena, porque se acabó todas en la anterior...? ¿O que en el bar tenga que pedir una Caguama con dos popotes, porque los viáticos no dan para más...?
¡Por favor...!

—III—


Entonces, ¿que razón de peso puede haber para que aquí se ponga el grito en el cielo y se haga un escándalo mediático porque a los policías de Zapopan se les dotará de playeras polo (de poliéster antimicrobiano, a prueba de arrugas y de secado rápido al sudor) de 516 pesos; de chamarras de 997; de guantes para ciclista de 986, y de sombreros para la policía montada de mil o59 pesos...?
La seguridad cuesta. Y el estilacho de quienes la aportan, no se diga.
Así que...
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