Jalisco
— Dormir con niños
Los gobiernos panistas hicieron de los Juegos Panamericanos su bandera
—II—
La distinción a favor de Guadalajara llegó con ocho años de retraso. Quiere decir que, a partir de que se impuso la candidatura de Santo Domingo para los Juegos de 2003, autoridades y “fuerzas vivas” tuvieron varios años para mejorar la infraestructura y acrecentar las instalaciones deportivas de Guadalajara. Nada sucedió. Fue hasta que se anunció, hace tres años, que, por fin, “se ganaba” la sede, que, en nombre de la euforia, se hicieron planes: del sueño de una “Villa Panamericana” en pleno centro —el abortado “Proyecto Alameda”, a inmediaciones del Parque Morelos, como “detonante” de la recuperación de una zona degradada, envilecida y despoblada—, a un estadio de atletismo del que hoy, a un año y medio de la fecha fatal del arranque de los Juegos, ni siquiera acaba de decidirse dónde demonios se construirá.
—III—
La semana pasada, el presidente de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA), Mario Vázquez Raña, “jaló las orejas” —según algunas notas de prensa— a los dirigentes del Comité Organizador de los Juegos de 2011, por los conflictos derivados de la construcción de la Villa, el retraso en la construcción del estadio de atletismo, la necesidad de acelerar la construcción del complejo para los deportes acuáticos...
Vázquez Raña debe estar tirándose los pelos por la decisión de haber orientado hacia Guadalajara las complacencias de la ODEPA. Quizá haya aprendido que al que hace tratos con tapatíos le sucede lo mismo que al que se acuesta con niños: que —como dijo el elegante— “exonerado lo sorprende el alba”.
Síguenos en