Jalisco
— Disyuntiva
El mayor problema consiste en la capacidad para aplicar los conocimientos teóricos a problemas concretos
A manera de simple ejercicio —por no decir que de mero divertimento—, va un caso, tomado de la vida real...
—II—
Asunto 1: de cara a los Juegos Panamericanos —a iniciarse el día 14 de octubre—, el presidente municipal de Guadalajara, Jorge Aristóteles Sandoval, estima que hay necesidad de agregar a los cientos de millones de pesos (de dinero del pueblo: no olvidarlo) ya invertidos en la promoción y obtención de la candidatura, dotación de infraestructura, organización y anexas, otros mil 300 millones de pesos (“cualquier baba de perico”, diría el clásico) para “socialización” y promoción de los Juegos en el interior del Estado.
(Recuérdese que “el supremo Gobierno, que no se equivoca nunca” —con las debidas licencias de Pito Pérez— vendió el acontecimiento como una dorada oportunidad de poner a Guadalajara en el escaparate, atraer turismo, subsanar rezagos en la infraestructura urbana y quién sabe cuántas maravillas más).
—III—
Asunto 2: el director de los Hospitales Civiles de Guadalajara, Jaime Agustín González Álvarez, afirma que en el área de neurociencias del “Juan I. Menchaca” hay 200 pacientes programados para cirugía... en lista de espera. Para abatir ese rezago acumulado e ir al día (como sería imperativo hacerlo —permítase la expresión— en un hospital decente), tendrían que contratarse tres neurocirujanos más. “¿Cómo le hago —pregunta, sin anestesia, González Álvarez—, si no hay dinero para la nómina...?”
(No se necesita ser inteligente para entender que mantener ese rezago implica comprometer la oportunidad de la cirugía, la calidad de vida, las perspectivas de sobrevida y, en último análisis, la vida misma de pacientes carentes de recursos para buscar en la medicina privada la solución a sus problemas).
Pregunta: ¿Qué argumentos debe utilizar el susodicho supremo Gobierno (“que no se equivoca nunca”, reiterémoslo) para hacer entender a los infelices que tuvieron la mala suerte de enfermarse, primero, que hay prioridades; y, segundo, que la patria agradecida los recompensará, sin falta, con un hermoso —aunque modesto— arreglo floral sobre sus tumbas, en cuanto Guadalajara empiece a cosechar los beneficios de haber hecho (merced, en gran medida, a su espontáneo y generoso sacrificio) “los mejores Juegos Panamericanos de la historia”...?
JAIME GARCÍA ELÍAS /
Periodista y conductor radiofónico.
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