Internacional
Zelaya se dirige a Asamblea General de la ONU conectado por teléfono celular
Zelaya denunció vía telefónica que en su país además de un golpe de estado, se está instalando una dictadura fascista
Manuel Zelaya, se dirigió a la Asamblea General de la ONU mediante una conexión vía teléfono celular que le hizo su canciller, Patricia Rodas.
"Solicito a Naciones Unidas su apoyo para revertir este golpe de Estado y que la democracia sea un bien para todas las naciones del mundo", dijo Zelaya, mientras la canciller de Ecuador ponía el teléfono móvil en el micrófono del podio de oradores de la Asamblea.
Zelaya, desde su refugio en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, denunció vía telefónica que en su país "además de un golpe de estado, se está instalando una dictadura fascista".
El depuesto presidente hondureño, quien dijo que su país lleva ya "93 días de represión", denunció que el Gobierno de facto de Roberto Micheletti clausuró dos medios de comunicación.
Honduras vive una situación de extrema gravedad desde que el pasado 28 de junio, Zelaya fuera depuesto y sustituido ese mismo día, por designación del Parlamento, por Micheletti, quien presidía ese poder del Estado.
La situación se ha intensificado desde que hace una semana Zelaya se refugiara en la legación diplomática brasileña, ahora rodeada por las fuerzas de seguridad de Honduras, en donde se declaró este lunes el Estado de sitio.
Terminada la conexión telefónica, la canciller hondureña prosiguió con la intervención de su país ante la 64 Asamblea General de la ONU, que se postergó debido a los acontecimientos en varias ocasiones desde su inicio el pasado miércoles.
"Seguimos luchando para conquistar la democracia, desarmados, y solamente con la verdad como arma", dijo Rodas, quien resaltó la solidaridad internacional con su país y con el depuesto Zelaya.
La ministra de Relaciones Exteriores hondureña denunció "el régimen que de golpista se va convirtiendo rápidamente en una dictadura como las (que había) hace tres y cuatro décadas" en América Latina.
"En Honduras no hay guerra civil ni fuerzas armadas que se confronten, no hay grupos subversivos", dijo Rodas, quien poco antes había afirmado que "la vida del presidente Zelaya está en peligro, como lo está la de todos los hondureños".
Pidió a la ONU que interponga la "fuerza de su autoridad" para acabar con la situación porque, subrayó, que Honduras "quiere ser una república soberana, libre e independiente con una democracia sólida y duradera que contribuya a acabar con las desigualdades".
Rodas dio igualmente su apoyo a las negociaciones del Acuerdo de San José, que ha patrocinado la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias.
"Mientras no existan garantías constitucionales y exista el Estado de sitio permanente, no haya derechos ciudadanos, no existen condiciones para desarrollar elecciones libres, transparentes y universales", agregó la ministra de Exteriores de Zelaya.
Igualmente se dirigió al pleno de la Asamblea General para pedirle que celebre una reunión "de carácter extraordinario y urgente que revise de forma permanente la situación que se vaya desarrollando en Honduras".
Rodas, además, pidió al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que "nombre una misión diplomática especial y urgente" que "viaje en el más corto tiempo posible y haga una visita de trabajo a Honduras, para evaluar la situación" y elabore un informe al respecto.
También se refirió a la misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos ( OEA), que fue expulsada este domingo del territorio hondureño por parte del Gobierno de facto.
"Solicitó que se mantenga en análisis y examen permanente la situación de violencia y el peligro de violación de las Convenciones de Viena sobre la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y la garantías del derecho internacional", dijo la ministra hondureña al pleno de la Asamblea.
La canciller hondureña pidió que "se demande a las autoridades golpistas el respeto irrestricto de la vida de Zelaya y de la embajada de Brasil".
Rodas, quien reiteró su petición de que Zelaya sea restituido en su poder, pues "fue electo presidente por amplia mayoría en unas elecciones libres y democráticas", calificó al depuesto presidente de "héroe de la defensa de los derechos democráticos de los pueblos".
NACIONES UNIDAS, ESTADOS UNIDOS.- El depuesto presidente de Honduras,
"Solicito a Naciones Unidas su apoyo para revertir este golpe de Estado y que la democracia sea un bien para todas las naciones del mundo", dijo Zelaya, mientras la canciller de Ecuador ponía el teléfono móvil en el micrófono del podio de oradores de la Asamblea.
Zelaya, desde su refugio en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, denunció vía telefónica que en su país "además de un golpe de estado, se está instalando una dictadura fascista".
El depuesto presidente hondureño, quien dijo que su país lleva ya "93 días de represión", denunció que el Gobierno de facto de Roberto Micheletti clausuró dos medios de comunicación.
Honduras vive una situación de extrema gravedad desde que el pasado 28 de junio, Zelaya fuera depuesto y sustituido ese mismo día, por designación del Parlamento, por Micheletti, quien presidía ese poder del Estado.
La situación se ha intensificado desde que hace una semana Zelaya se refugiara en la legación diplomática brasileña, ahora rodeada por las fuerzas de seguridad de Honduras, en donde se declaró este lunes el Estado de sitio.
Terminada la conexión telefónica, la canciller hondureña prosiguió con la intervención de su país ante la 64 Asamblea General de la ONU, que se postergó debido a los acontecimientos en varias ocasiones desde su inicio el pasado miércoles.
"Seguimos luchando para conquistar la democracia, desarmados, y solamente con la verdad como arma", dijo Rodas, quien resaltó la solidaridad internacional con su país y con el depuesto Zelaya.
La ministra de Relaciones Exteriores hondureña denunció "el régimen que de golpista se va convirtiendo rápidamente en una dictadura como las (que había) hace tres y cuatro décadas" en América Latina.
"En Honduras no hay guerra civil ni fuerzas armadas que se confronten, no hay grupos subversivos", dijo Rodas, quien poco antes había afirmado que "la vida del presidente Zelaya está en peligro, como lo está la de todos los hondureños".
Pidió a la ONU que interponga la "fuerza de su autoridad" para acabar con la situación porque, subrayó, que Honduras "quiere ser una república soberana, libre e independiente con una democracia sólida y duradera que contribuya a acabar con las desigualdades".
Rodas dio igualmente su apoyo a las negociaciones del Acuerdo de San José, que ha patrocinado la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias.
"Mientras no existan garantías constitucionales y exista el Estado de sitio permanente, no haya derechos ciudadanos, no existen condiciones para desarrollar elecciones libres, transparentes y universales", agregó la ministra de Exteriores de Zelaya.
Igualmente se dirigió al pleno de la Asamblea General para pedirle que celebre una reunión "de carácter extraordinario y urgente que revise de forma permanente la situación que se vaya desarrollando en Honduras".
Rodas, además, pidió al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que "nombre una misión diplomática especial y urgente" que "viaje en el más corto tiempo posible y haga una visita de trabajo a Honduras, para evaluar la situación" y elabore un informe al respecto.
También se refirió a la misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos ( OEA), que fue expulsada este domingo del territorio hondureño por parte del Gobierno de facto.
"Solicitó que se mantenga en análisis y examen permanente la situación de violencia y el peligro de violación de las Convenciones de Viena sobre la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y la garantías del derecho internacional", dijo la ministra hondureña al pleno de la Asamblea.
La canciller hondureña pidió que "se demande a las autoridades golpistas el respeto irrestricto de la vida de Zelaya y de la embajada de Brasil".
Rodas, quien reiteró su petición de que Zelaya sea restituido en su poder, pues "fue electo presidente por amplia mayoría en unas elecciones libres y democráticas", calificó al depuesto presidente de "héroe de la defensa de los derechos democráticos de los pueblos".
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