Internacional

Zelaya dice que ceder presidencia a un tercero sería otro golpe de Estado

Zelaya, rechazó la propuesta del mandatario de facto, Roberto Micheletti, de renunciar los dos al poder en favor de una tercera persona

TEGUCIGALPA, HOMDURAS.- El presidente destituido de Honduras, Manuel Zelaya, volvió a rechazar hoy la propuesta del mandatario de facto, Roberto Micheletti, de renunciar los dos al poder en favor de una tercera persona porque, dijo, eso supondría "otro golpe de Estado".

Esa opción ha sido propuesta por Micheletti como vía para salir de la crisis que atraviesa el país y es vista por los hondureños como una de las soluciones de acuerdo a encuestas mencionadas la semana pasada por el enviado de la Organización de Estados Americanos ( OEA) para Honduras, John Biehl.

"No sé nuestro amigo John Biehl por qué recogió esa iniciativa de esa tercería, que es dar otro golpe de Estado", dijo Zelaya en una entrevista a Radio Globo desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde está refugiado desde su regreso a Honduras, el pasado 21 de septiembre.

Hoy mismo una encuesta publicada en la prensa nacional aseguró que el 63 por ciento de los hondureños respalda esa posibilidad como salida a la crisis.

"Me parece que eso era totalmente descabellado, no lo iba a aceptar la comunidad internacional, lo iban a ver como un atropello porque precisamente lo que se quiere es que se ratifique en Honduras el respeto a la soberanía popular", explicó Zelaya.

Para el mandatario derrocado los presidentes de América insisten en su restitución porque quieren sentir "que no los pueden quitar a ellos".

"¿Qué quiere el presidente (de EU, Barack) Obama, hasta la presidenta (de Argentina) Cristina Kirchner, o la presidenta Michelle Bachelet, allá en Chile?: Seguridad de que no los van a quitar a ellos y para eso ¿qué necesitan?, la restitución del presidente derrocado" en Honduras, sostuvo.

Zelaya aseguró que el diálogo de las últimas semanas con Micheletti se ha estancado por falta de acuerdo sobre su restitución en el poder, aunque "llegó a culminar el 95 por ciento de los puntos tratados en el proceso".

Indicó que incluso aceptó "el retorno con limitaciones, con condiciones", aunque aseveró que, para él, "lo más fácil era dar la espalda y decirles: 'Quédense ustedes con su golpe, ahora a ver cómo van a enfrentar al mundo'".

No obstante, dijo que consintió la posibilidad de un regreso condicionado porque él es "una solución" para legitimar las elecciones del próximo 29 de noviembre, que la comunidad internacional amenaza con no reconocer si no se le restituye antes en el poder.

"Ir a unas elecciones en las que no haya una restitución del presidente y que no sean observadas, no sean reconocidas por la comunidad internacional, eso sería otro error adicional al golpe de Estado", advirtió.

"Yo soy una solución para que vuelva la paz y la tranquilidad al país. Yo soy una solución para que el mundo entero, todos los países, todos los embajadores, todos los organismos internacionales vuelvan a Honduras", agregó.

Zelaya fue destituido el pasado 28 de junio, sacado del país por los militares y en su lugar el Congreso nombró a Roberto Micheletti, quien se desempeñaba como presidente del Legislativo.
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