Internacional
Zelaya continuará en embajada brasileña, Lobo anuncia gira
“Aquí estaré mientras cuente con el apoyo de Brasil'', expresó Zelaya a la radio Globo
TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El destituido presidente
Manuel Zelaya afirmó el lunes que permanecerá en su refugio en la
embajada de Brasil en esta capital, donde ingresó hace 78 días, hasta que ese país sudamericano se lo permita.
“Aquí estaré mientras cuente con el apoyo de Brasil'', expresó Zelaya a la radio Globo.
“Yo defiendo una causa: respetar el derecho del pueblo a elegir a sus presidentes. Me sacaron del poder y me defendí en Washington, Europa, América del Sur, Centroamérica... y seguiré defendiendo mi posición'', añadió.
Los militares derrocaron el 28 de junio a Zelaya con aval de la Corte Suprema de Justicia y el Congreso. Pero Zelaya retornó en secreto el 21 de septiembre a Tegucigalpa y se refugió en la embajada brasileña desde donde lanzaba llamados de apoyo para su restitución en el cargo.
A fines de octubre, representantes de Zelaya del presidente de facto Roberto Micheletti alcanzaron un acuerdo que contemplaba someter a consideración del Congreso la reinstalación del mandatario derrocado, en un acuerdo que contó el respaldo de la comunidad internacional pues era considerado como una vía para restituir el orden constitucional y democrático del país.
El Congreso decidió la semana pasada, dos días después de la victoria electoral de Lobo, no devolver el cargo a Zelaya, lo cual desilusionó al gobierno de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos, entre otros.
Lobo anunció que el martes viajará a Costa Rica y República Dominicana en busca de que su mandato goce de reconocimiento internacional.
Dijo que irá acompañado de tres ex rivales en la contienda presidencial "para hablar con el presidente (costarricense) Oscar Arias (cuya mediación en la crisis hondureña fracasó meses atrás) y después a la Dominicana con el objetivo de abrir las puertas para mi gobierno''.
El presidente electo calificó a Arias como “un hombre de muchísima experiencia que nos ayudará a nivel internacional''.
Sobre el futuro de Zelaya, Lobo ha dicho que considera incorporarlo en un diálogo de reconcialición nacional, sobre lo cual el gobernante depuesto manifestó: ``no descarto conversar con Pepe (diminutivo familiar de Lobo)... y eso no me hace doblegar mis valoresy mis principios. Yo soy un demócrata y además pacífico''.
Zelaya y Lobo son amigos de infancia y oriundos de la misma provincia de Olancho, al este de Honduras.
El problema es que si Zelaya sale de su refugio podría ser arrestado por la policía bajo imputaciones de las autoridades judiciales vinculadas al supuesto intento de intentar modificar la Constitución.
En Quito, el presidente ecuatoriano Rafael Correa dijo "lo de Honduras es gravísimo, es tremendamente preocupante, ha habido una clara doble moral, un doble discurso''.
“No ha habido la verdadera voluntad política de terminar ese golpe de estado'', dijo Correa, según declaraciones divulgadas por la prensa oficial. No identificó a qué sectores se refería.
Advirtió que “pese a quien le pese y opóngase quien se oponga, los pueblos de Latinoamérica se están levantando y jamás volverán atrás''.
Correa citó como ejemplo el contundente triunfo del mandatario boliviano Evo Morales que logró su reelección el domingo.
“Aquí estaré mientras cuente con el apoyo de Brasil'', expresó Zelaya a la radio Globo.
“Yo defiendo una causa: respetar el derecho del pueblo a elegir a sus presidentes. Me sacaron del poder y me defendí en Washington, Europa, América del Sur, Centroamérica... y seguiré defendiendo mi posición'', añadió.
Los militares derrocaron el 28 de junio a Zelaya con aval de la Corte Suprema de Justicia y el Congreso. Pero Zelaya retornó en secreto el 21 de septiembre a Tegucigalpa y se refugió en la embajada brasileña desde donde lanzaba llamados de apoyo para su restitución en el cargo.
A fines de octubre, representantes de Zelaya del presidente de facto Roberto Micheletti alcanzaron un acuerdo que contemplaba someter a consideración del Congreso la reinstalación del mandatario derrocado, en un acuerdo que contó el respaldo de la comunidad internacional pues era considerado como una vía para restituir el orden constitucional y democrático del país.
El Congreso decidió la semana pasada, dos días después de la victoria electoral de Lobo, no devolver el cargo a Zelaya, lo cual desilusionó al gobierno de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos, entre otros.
Lobo anunció que el martes viajará a Costa Rica y República Dominicana en busca de que su mandato goce de reconocimiento internacional.
Dijo que irá acompañado de tres ex rivales en la contienda presidencial "para hablar con el presidente (costarricense) Oscar Arias (cuya mediación en la crisis hondureña fracasó meses atrás) y después a la Dominicana con el objetivo de abrir las puertas para mi gobierno''.
El presidente electo calificó a Arias como “un hombre de muchísima experiencia que nos ayudará a nivel internacional''.
Sobre el futuro de Zelaya, Lobo ha dicho que considera incorporarlo en un diálogo de reconcialición nacional, sobre lo cual el gobernante depuesto manifestó: ``no descarto conversar con Pepe (diminutivo familiar de Lobo)... y eso no me hace doblegar mis valoresy mis principios. Yo soy un demócrata y además pacífico''.
Zelaya y Lobo son amigos de infancia y oriundos de la misma provincia de Olancho, al este de Honduras.
El problema es que si Zelaya sale de su refugio podría ser arrestado por la policía bajo imputaciones de las autoridades judiciales vinculadas al supuesto intento de intentar modificar la Constitución.
En Quito, el presidente ecuatoriano Rafael Correa dijo "lo de Honduras es gravísimo, es tremendamente preocupante, ha habido una clara doble moral, un doble discurso''.
“No ha habido la verdadera voluntad política de terminar ese golpe de estado'', dijo Correa, según declaraciones divulgadas por la prensa oficial. No identificó a qué sectores se refería.
Advirtió que “pese a quien le pese y opóngase quien se oponga, los pueblos de Latinoamérica se están levantando y jamás volverán atrás''.
Correa citó como ejemplo el contundente triunfo del mandatario boliviano Evo Morales que logró su reelección el domingo.
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