Internacional
WikiLeaks revela malos tratos de médicos a reos de Guantánamo
Ante las revelaciones de tortura, el gobierno británico aprovechará la próxima visita del presidente Obama para presionarlo a liberar presos británicos
De acuerdo con los cables, que publica el diario británico, varios prisioneros fueron hallados con señales de enfermedades psiquiátricas y lesiones auto-infligidas. El Ejército estadunidense clasificó a casi 100 prisioneros de Guantánamo que sufren problemas mentales, incluidos algunos con depresiones severas, esquizofrenia y desórdenes bipolares.
Varios detenidos intentaron suicidarse, incluido un preso saudita llamado Mash Alawad Alhabiri que trató de ahorcarse en 2003. ''Esto dio lugar a una lesión cerebral significativa. El ha estado hospitalizado desde entonces y tiene emociones y un comportamiento impredecible'', según un cable de WikiLeaks.
Otro de los casos más preocupantes es el de Modullah Abdul Raziq, un afgano esquizofrénico adicto a la droga que fue capturado después de la caída del régimen Talibán a finales de 2001. Según el grupo Physicians for Human Rights, un organismo que analizó las fichas médicas de los pacientes de Guantánamo, existe evidencia de abusos físicos y psicológicos como violaciones sexuales, ejecuciones simuladas y torturas'', que los médicos decidieron no investigar.
''La extensión completa de la complicidad médica en las prácticas de torturas de soldados estadunidenses (en Guantánamo) no se conocerá hasta que haya una investigación amplia e imparcial'', indicó Physicians for Human Rights.
Ante las revelaciones de tortura, el gobierno británico aprovechará la próxima visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Reino Unido, para presionarlo a liberar a los últimos presos británicos que se encuentran en Guantánamo.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, tiene previsto hablar con su colega estadunidense Hillary Clinton sobre el caso de Shaker Aamer, quien pasó nueve años en detención a pesar de que jamás fue acusado de cargos específicos.
Activistas de derechos humanos temen ahora por la salud mental de Aamer, un ciudadano saudita que vivió junto a su esposa británica y su familia en Reino Unido. El detenido asegura que trabajaba para una organización de caridad en Afganistán en 2001, cuando fue capturado por soldados de la coalición internacional y entregado a las tropas estadunidenses, bajo la sospecha de tener vínculos con la red Al Qaeda.
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