Internacional
Violan tregua en Sudán del Sur a un día de estar en vigor
Tanto el ejército como rebeldes se acusan de haber sido atacados en las primeras horas del domingo
Sudán del Sur y los rebeldes se acusaron hoy de manera mutua de haber violado el alto al fuego, a menos de 24 horas de haber entrado en vigor para poner fin al conflicto en el país, que ha dejado más de 1.3 millones de desplazados.
El ejército acusó a los rebeldes de haber atacado posiciones del gobierno en las primeras horas del domingo en la ciudad de Bentiu, en el estado petrolero de Unity, mientras los insurgentes aseguraron que sus posiciones fueron blanco de un ataque en Unity y Alto Nilo.
"Atacaron sólo seis horas después de que el cese a fuego entró en vigor", denunció el portavoz del Ejército, Philip Aguer, quien agregó que el Ejército pudo rechazar ambas agresiones.
Por su parte, un vocero de los rebeldes, Lul Ruai Koang, acusó a las tropas sursudanesas de haber golpeado posiciones en los estados de Unity y Alto Nilo.
"Las violaciones más recientes al acuerdo para resolver la crisis en Sudán del Sur muestran que el presidente, Salva Kiir, es un hipócrita o no tiene control de sus fuerzas", dijo Koang.
Agregó que la comunidad internacional y la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo de África Oriental, bloque regional que medió el acuerdo de paz, deberían saber que las fuerzas de Kiir fueron las primeras en violar el convenio.
Estos sucesos tienen lugar menos de 48 horas después de la firma de un acuerdo de paz auspiciado por el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas ( ONU), Ban Ki-moon.
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y el líder de los rebeldes, Riek Machar, firmaron el viernes pasado en Etiopía un acuerdo para el cese de hostilidades tras cinco meses de violencia que dejaron miles de muertos y más de 1.3 millones de desplazados.
El convenio establecía, entre otras cosas, la inmediata interrupción de los actos violentos y la conformación de un "gobierno de unidad nacional transitorio".
Naciones Unidas exhortó la víspera a ambas partes a abrir corredores humanitarios para permitir la distribución de ayuda a miles de personas que se encuentran en una situación desesperada.
La violencia comenzó en diciembre pasado tras una disputa entre Kiir -de la etnia dinka- y Machar -depuesto un año antes y de la etnia nuer-, cuyos enfrentamientos derivaron en un conflicto étnico.
Desde entonces, se han librado cruentos enfrentamientos, que han causado miles de muertos y colocado al borde de la guerra civil al joven país, que se independizó de Sudán en julio de 2011.
MADRID, ESPAÑA (11/MAY/2014).- El Ejército de
El ejército acusó a los rebeldes de haber atacado posiciones del gobierno en las primeras horas del domingo en la ciudad de Bentiu, en el estado petrolero de Unity, mientras los insurgentes aseguraron que sus posiciones fueron blanco de un ataque en Unity y Alto Nilo.
"Atacaron sólo seis horas después de que el cese a fuego entró en vigor", denunció el portavoz del Ejército, Philip Aguer, quien agregó que el Ejército pudo rechazar ambas agresiones.
Por su parte, un vocero de los rebeldes, Lul Ruai Koang, acusó a las tropas sursudanesas de haber golpeado posiciones en los estados de Unity y Alto Nilo.
"Las violaciones más recientes al acuerdo para resolver la crisis en Sudán del Sur muestran que el presidente, Salva Kiir, es un hipócrita o no tiene control de sus fuerzas", dijo Koang.
Agregó que la comunidad internacional y la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo de África Oriental, bloque regional que medió el acuerdo de paz, deberían saber que las fuerzas de Kiir fueron las primeras en violar el convenio.
Estos sucesos tienen lugar menos de 48 horas después de la firma de un acuerdo de paz auspiciado por el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas ( ONU), Ban Ki-moon.
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y el líder de los rebeldes, Riek Machar, firmaron el viernes pasado en Etiopía un acuerdo para el cese de hostilidades tras cinco meses de violencia que dejaron miles de muertos y más de 1.3 millones de desplazados.
El convenio establecía, entre otras cosas, la inmediata interrupción de los actos violentos y la conformación de un "gobierno de unidad nacional transitorio".
Naciones Unidas exhortó la víspera a ambas partes a abrir corredores humanitarios para permitir la distribución de ayuda a miles de personas que se encuentran en una situación desesperada.
La violencia comenzó en diciembre pasado tras una disputa entre Kiir -de la etnia dinka- y Machar -depuesto un año antes y de la etnia nuer-, cuyos enfrentamientos derivaron en un conflicto étnico.
Desde entonces, se han librado cruentos enfrentamientos, que han causado miles de muertos y colocado al borde de la guerra civil al joven país, que se independizó de Sudán en julio de 2011.
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