Viaje de Benedicto XVI a México y Cuba influyó en su renuncia
El propio Joseph Ratzinger revela que por problemas de salud ya no podría viajar a Río
CIUDAD DE MÉXICO (12/SEP/2016).- El viaje de Benedicto XVI a México y Cuba, en marzo de 2012, jugó un papel determinante en su decisión de renunciar al papado 11 meses después, reveló el propio Joseph Ratzinger en un libro-entrevista apenas publicado en Italia.
"Ultimas conversaciones" es el nombre del texto producto de una serie de coloquios del Papa emérito con el periodista alemán Peter Seewald, autor de otros dos libros similares: "Sal de la tierra" (1996) y "Luz del mundo" (2010).
En el capítulo dos, dedicado a las dimisión presentada en febrero de 2013, el autor le preguntó a Benedicto cuándo se volvió definitiva su decisión de renunciar y él respondió que fue durante las vacaciones de 2012, aproximadamente en el mes de agosto.
Entonces Seewald cuestionó si estaba "deprimido" y el Pontífice emérito rechazó haber estado deprimido, pero si reconoció que no estaba bien de salud.
"El viaje a México y a Cuba me había cansado mucho. También el médico me había dicho que no habría podido atravesar de nuevo el Atlántico. La Jornada Mundial de la Juventud, prevista en Río de Janeiro en 2014 había sido anticipada un año por el Mundial de fútbol", señaló.
"Para mí era claro que debía renunciar a tiempo para que el nuevo Papa viajase a Río. Así, tras el viaje a México y a Cuba la decisión maduró lentamente. De otra manera habría buscado resistir hasta el 2014. Pero así, al contrario era claro que no iba a poder", agregó.
El nuevo libro salió a la venta en Italia el pasado 9 de septiembre y se presenta como el balance de todo el pontificado. Por primera vez en la historia un Papa tiene la posibilidad de hacer un recorrido por sus años de ministerio habiendo ya dejado el puesto.