Internacional

''Vatileaks'' influirá en elección del próximo Papa: cardenal

El contenido del informe es objeto de atención de algunos discursos al interior de las Congregaciones generales

CIUDAD DEL VATICANO (05/MAR/2013).- El cardenal brasileño Raymundo Damasceno Assis consideró que el "Vatileaks", la crisis por la filtración de documentos confidenciales robados a Benedicto XVI, tendrá un peso en la elección del futuro Papa.
 
A sus 76 años, el arzobispo de Aparecida y presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, participará en su primer cónclave.
 
En entrevista aseguró que pedirá conocer el contenido central del reporte secreto sobre ese escándalo.
 
Recordó que en las reuniones del llamado "pre-cónclave", conocidas como congregaciones generales y que tienen lugar estos días en el Aula Nueva del Sínodo en el Vaticano, estarán los tres cardenales encargados por Joseph Ratzinger para investigar sobre la fuga de noticias.
 
"Puede ser que algunos de los cardenales pidan información sobre el informe confidencial (heredado al próximo Papa), creo que no es necesario entregar el documento a cada uno, pero sí que se ofrezcan a todos algunas generalidades sobre el contenido", indicó.
 
"Conocer el núcleo central es parte de la corresponsabilidad en el gobierno de la Iglesia y sobre todo cuando se trata de tomar una decisión como ésta de elegir un Papa. Seguro que su contenido influirá en las votaciones", agregó.
 
Uno de los últimos actos de gobierno de Benedicto XVI fue recibir a esos tres purpurados y ordenar que el resultado de sus pesquisas, contenido en un documento confidencial, quedase reservado exclusivamente a la autoridad del próximo pontífice.
 
Empero, según confirmó el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, los cardenales investigadores (Julián Herranz, Josepf Tomko y Salvatore de Giorgi) podrán referir algunas informaciones generales a los otros "príncipes de la Iglesia".
 
El contenido del informe "vatileaks" ya fue objeto de atención de algunos discursos al interior de las Congregaciones generales, durante las cuales al menos tres cardenales pidieron abiertamente conocer el contenido del expediente.
 
En la entrevista Damasceno se refirió a otras cuestiones relacionadas con el periodo de "sede vacante" y consideró que las Congregaciones servirán a los cardenales para ir delineando el perfil de la persona indicada para sustituir a Benedicto XVI.
 
"Los momentos de intervalo y de encuentro se pueden usar para saber qué siente cada quien sobre los desafíos de la Iglesia. Son una preparación para las votaciones y aunque no decido sólo yo, pienso que podríamos empezar el cónclave a partir del 11 de marzo", sostuvo.
 
Sobre las características que quisiera para el próximo pontífice indicó que, ante todo, debe tener experiencia pastoral además de un conocimiento interno de la Curia y de su estructura.
 
"Es relevante que exista cada vez más una expresión universal en el gobierno de la Iglesia, respetando siempre la autoridad del Papa como sucesor de Pedro", dijo.
 
"Pero puede ser útil una mayor representación en la Curia de la Iglesia universal, una presencia de los diversos continentes entre los colaboradores del Santo Padre y buscar caminos para que esa característica colegial del gobierno de la Iglesia pueda expresarse de otras maneras", añadió.
 
Precisó que aún no ha decidido por quién votar durante el cónclave y aunque confesó tener algunos nombres en mente, consideró que con el trato personal y los encuentros generales sus ideas pueden modificarse.
 
Minimizó el peso que puede tener la procedencia geográfica de los candidatos a la hora de la elección y ponderó que cardenales estarán pensando más en la persona y no tanto en la nacionalidad.
 
Previó que el cónclave puede durar relativamente poco, aunque estimó quizás sea más largo que el del año 2005 (en el cual fue elegido Ratzinger).
 
"Creo que se debe mirar a la persona, claro que no sería bueno elegir a un Papa con una edad muy avanzada. Pero existen cardenales que no sienten el peso de la edad, tienen una disposición física buena y vigorosa", estableció.
 
"No se puede elegir, evidentemente, uno de 80 años que esté sintiendo el peso de la vejez, con una salud delicada, eso no sería conveniente para no arriesgarnos a tener otro cónclave inmediatamente", apuntó.
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