Internacional
Ultraconservadores se favorecen con rumores en El Vaticano
El Cónclave está compuesto por varios cardenales que fueron nombrados por Ratzinger, quienes van a elegir un papa que exprese cierta continuidad
"Lo impresionante es que todo el mundo juzgó en seguida muy plausibles estas informaciones", esto tiene también que ver con que el papa tenía cierto "miedo" y "rechazo" frente a los homosexuales, algo que se sabía, refirió.
Berger, de 44 años, fue durante siete años profesor de teología en la academia pontificia Santo Tomás de Aquíno en Roma; sin embargo, hace dos años decidió hacer publica su homosexualidad y perdió el puesto en Roma y volvió a trabajar en Alemania.
Según un informe exclusivo, publicado por el diario italiano La Repubblica la semana pasada y que en seguida rebotó a todos los diarios del mundo, un "lobby gay" en el seno del Vaticano estaría detrás de la renuncia del jerarca católico.
Según este diario, un dossier sobre la fuga de documentos elaborado por los cardenales Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore de Giorgi y entregado en diciembre al papa, reflejaría luchas de poder, malversaciones económicas, relaciones homosexuales y chantajes.
Según el teólogo alemán, si se toman en consideración las últimas tomas de posición del papa con respecto a, por ejemplo, la cuestión de equiparar los derechos legales de las parejas homosexuales, es evidente que el pontífice estaba muy en contra.
"Por otro lado, La Repubblica no nombró a los informantes, así que no sabemos si fueron personas que verdaderamente tenían acceso a los documentos", apuntó.
La cuestión fundamental acerca de toda esta historia, según el teólogo, gira alrededor de una sola pregunta: "Cui bono?", que del latín significa, "¿Quién se beneficia?".
La respuesta, según Berger, es muy sencilla: "Estas filtraciones juegan a favor de los que en el Cónclave piensan de manera ultraconservadora".
La teoría del lobby homosexual que amenaza con controlar la Iglesia sólo sirve a quienes piden un papa ultraconservador, como reacción a esta "amenaza".
Aún así, tampoco se puede hablar de una conspiración conservadora: "No están entre ellos tan organizados como para poder orquestar algo así".
Según el teólogo, "¿quién cree que habrá una lucha entre liberales y conservadores en el conclave'".
Esto significa, que "la elección del nuevo papa será resultado de un conflicto entre ultraconservadores y conservadores moderados", como el cardenal italiano Angelo Scola, quien tendría buenas posibilidades.
La Iglesia alemana estaría a favor de un papa moderadamente conservador, sin embargo, cobraron cada vez más importancia movimientos muy conservadores como el del Opus Dei, según Berger.
Por su parte, Joseph Ratzinger no participará en el Cónclave, ni expresará su posición, aún así "su simple presencia" sigue siendo una advertencia para la elección de su sucesor.
El mismo Cónclave, según recordó, está compuesto por varios cardenales que fueron nombrados por Ratzinger, quienes van a elegir un papa que exprese cierta continuidad.
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