Internacional

Tribunal iraquí condena a la horca al segundo de Hussein

El ex canciller Tarek Aziz recibe sin inmutarse la notificación de pena capital; cometió varios delitos durante su gestión

MADRID, ESPAÑA (27/OCT/2010).- El Tribunal Supremo iraquí condenó a muerte al ex canciller Tarek Aziz, quien fuera durante muchos años el rostro internacional del régimen del depuesto mandatario Saddam Hussein.

El ex viceprimer ministro iraquí Tarek Aziz, fue condenado a morir en la horca en el tercer juicio que se le sigue por delitos vinculados con su gestión.

La condena fue emitida por un tribunal supremo penal creado para enjuiciar a los representantes del régimen anterior, pero no es firme porque puede ser recurrida ante una corte de apelaciones, dentro de un plazo de treinta días.

De hecho, en caso de ser ratificada por el tribunal de revocación, la decisión final queda en manos del consejo presidencial, integrado por el jefe de Estado y los dos vicepresidentes, que de por sí están con un mandato interino y pronto tienen que ser reemplazados.

Además de Tarek Aziz recibieron la misma pena capital cuatro representantes del régimen de Saddam Hussein, dentro de una causa en la que fueron procesadas 20 personas.

Las sentencias fueron dadas a conocer en directo por la televisión pública, estando presentes los acusados.

La causa está vinculada con la persecución decretada en los años ochenta en Iraq contra militantes y dirigentes de partidos religiosos, que afectó especialmente a políticos chiítas.

Tanto Aziz como los otros cuatro condenados a la pena capital fueron declarados culpables de asesinato premeditado y crímenes contra la humanidad, y también recibieron penas menores por el delito de torturas.

Aziz conoció la condena inconmovible, ayudado por unos auriculares para oír mejor y sentado frente al juez que leyó la sentencia y en dos ocasiones le gritó para saber si estaba escuchando bien.

El ex viceprimer ministro no hizo ningún gesto cuando fue condenado a muerte, y tampoco dijo nada cuando se retiró de la sala.

A todos los condenados, el tribunal les anunció además que sus bienes quedaban confiscados.

EFE/NTX

PERFIL

Cristiano clave en el régimen sunita

Tarek Aziz


Nació hace 74 años en una familia cristiana en un pueblo cercano a Mosul (Norte), con el nombre de Mikhail Johanna. Era el único miembro cristiano del Gobierno de Saddam Hussein y uno de sus más estrechos colaboradores.

Se interesó por la política desde su juventud, cuando se afilió al partido Baas (de ideología socialista-nacionalista panárabe), en el que compaginó la formación doctrinal con el entrenamiento militar.

Fue en el partido donde, a finales de los años cincuenta, conoció al que después sería el presidente iraquí, Saddam Hussein, de quien sería su sombra de por vida.
Tras trabajar como periodista en los órganos oficiales del Baas y llegar a editor de su principal órgano de prensa, “Al Thawra” (“La Revolución”), Aziz fue nombrado ministro de Información en 1974.

Una vez que Saddam concentró todo el poder en sus manos, desempeñó el cargo de viceprimer ministro hasta 1991, cuando lo designaron ministro de Asuntos Exteriores y, como tal, se encargó de negociar el alto el fuego en la guerra contra Irán, bajo los auspicios de la ONU.

Se rindió a las tropas estadounidenses que invadieron Iraq el 24 de abril del 2003, y desde entonces quedó encarcelado en una prisión de máxima seguridad en Bagdad, de la que sólo ha salido para comparecer ante los tribunales por causas propias o ajenas.
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