Internacional
Tregua entre Israel y milicias de Gaza supera primera fase
Transcurrió sin incidentes y en plena calma, mientras las partes se preparan para concretar los puntos más controvertidos del acuerdo
La fase inicial del acuerdo, la de cesar todas las hostilidades, la han cumplido a rajatabla, y ninguna de las partes ha denunciado violación alguna en las primeras veinticuatro horas desde que entró en vigor.
"Minutos después de entrar la tregua en vigor las milicias de Gaza dispararon tres cohetes, uno de los cuales fue derribado, pero desde entonces no ha habido lanzamientos", dijo a última hora de hoy un portavoz militar israelí.
Por parte palestina tampoco hubo quejas y la población en la franja aprovechaba la jornada para volver a la normalidad y cerrar las estadísticas de la ofensiva Pilar Defensivo.
Ashraf Al Qedra, portavoz del Ministerio de Sanidad en Gaza, dijo que los muertos se incrementaron hoy a 164, dos más que al declararse la tregua anoche, y los heridos a cerca de mil 300.
Las dos nuevas víctimas mortales son una niña de 4 años y un varón de 19 cuyos cadáveres fueron encontrados entre los escombros de la casa, en Gaza capital, de la familia Dalu, que perdió el lunes a otros nueve miembros.
Entre los muertos -más de la mitad civiles, según el portavoz- hay 45 niños y 12 mujeres.
En Israel, un teniente de la reserva que había resultado herido de gravedad horas antes de entrar en vigor la tregua falleció hoy en un hospital de la ciudad de Beer Sheva, lo que elevó las víctimas mortales a seis, cuatro de ellos civiles.
El número de heridos israelíes asciende a cerca de medio centenar, la mayoría de forma leve.
La ausencia de hostilidades ha permitido a las poblaciones a ambos lados de la frontera retomar algunas de sus actividades de rutina, regresar a los hogares destruidos para recuperar pertenencias o, simplemente, visitar a familiares y amigos heridos.
En medio de las insistentes declaraciones de victoria por parte de los líderes de ambos gobiernos, una encuesta del canal 2 de la televisión israelí indicó que un 46 % de los israelíes cree que las hostilidades acabaron en "empate", un 29 % le dio la victoria a Hamás y un 20 % a Israel.
Pero la pregunta que se hacían todos hoy, tanto en Gaza como en Israel, es cuánto durará una tregua que fue arrancada casi a la fuerza por el presidente egipcio, Mohamed Mursi.
"Si la calma se viola, actuaremos", dijo sin tapujos en un acto público el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, mientras que el titular de Defensa, Ehud Barak, confesó en una entrevista con el canal 2 de la televisión de su país que "no sabemos cuánto durará".
En Gaza, donde las marchas de victoria se sucedieron a lo largo del día, se repitieron las mismas amenazas.
"La batalla con el enemigo no ha terminado", declaró hoy un miliciano enmascarado de los Batallones al Quds, brazo armado de la Yihad Islámica, que emerge de la ofensiva Pilar Defensivo como una de las dos fuerzas más dominantes en la franja.
Al menos 620 cohetes de los mil 500 lanzados desde Gaza en ocho días de hostilidades, fueron disparados por este pequeño grupo, que sólo perdió a 10 hombres, según el miliciano.
Una vez estabilizado el alto el fuego, las dos partes deberán pasar "a las 24 horas", según el acuerdo, a una segunda fase de negociación sobre la apertura de los pasos fronterizos de la bloqueada Gaza -con Egipto y con Israel- y sobre una mayor de libertad de movimientos para su población.
El texto del acuerdo, aunque explícito, ya ha dado pie a interpretaciones y mientras Hamás asegura que en ambos casos se trata de requisitos acordados, Israel plantea que lo que se ha establecido es que las partes eleven temas a negociar.
"Pueden ser esos u otros", dijo Barak al descartar que Israel haya accedido a esas demandas y destacó que el contrabando de armas a Gaza es otro de los puntos.
La interpretación de los acuerdos no ha sorprendido en una zona donde la mayoría de los documentos firmados desde 1993 entre palestinos e israelíes acaban sucumbiendo a todo tipo de inclemencias, con la diferencia de que en este caso hay una tercera parte que actúa de garante: Egipto.
Desde un ángulo menos político, Sari Bashi, directora de la ONG Guishá (Acceso), cree que ha llegado el momento de que Israel "haga lo que es justo y beneficioso para las dos partes y debió acometer hace mucho tiempo: eliminar todas las restricciones que no son necesarias para seguridad".
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