Internacional

Tras su triunfo, Obama lanza un discurso esperanzador y reconciliador

El presidente de Estados Unidos hace un llamado a la unidad del pueblo estadounidense

CHICAGO, ESTADOS UNIDOS (07/NOV/2012).- El presidente Barack Obama aseguró la  madrugada del miércoles que lo "mejor está aún por venir", en un discurso  esperanzador ante miles de seguidores tras ganar la reelección en Estados  Unidos, en el que tendió la mano a su derrotado rival republicano Mitt Romney.

"Sabemos en nuestros corazones que para Estados Unidos, lo mejor está aún  por venir", dijo el mandatario en su discurso de victoria de 25 minutos, en un  atestado centro de convenciones de Chicago, la ciudad que lo catapultó  políticamente y donde pasó la jornada electoral.

"Ya sea que votaran por mí o no, los he escuchado. He aprendido de ustedes.  Me hicieron un mejor presidente", expresó Obama, de 51 años, quien volvió a  hacer historia el martes al ser reelecto, cuatro años después de haberse  convertido en el primer negro en llegar a la Casa Blanca.

Obama, acompañado por su esposa Michelle y sus hijas en la tarima del  centro de convenciones, tendió la mano a su rival republicano Mitt Romney, a  quien venció en una reñida competencia que no se definió sino hasta el último  momento.

"Acabo de hablar con el gobernador Romney y lo felicité a él y a (su  compañero de fórmula) Paul Ryan por una campaña llevada adelante con ardor",  dijo.

"En las semanas venideras deseo sentarme con el gobernador Romney para  conversar sobre cómo podemos trabajar juntos para empujar este país hacia  adelante", manifestó.

Romney, por su parte, aceptó su derrota en unas breves palabras ante  decepcionados seguidores en su cuartel de campaña, en Boston, Massachusetts,  donde fue gobernador.

"Este es un momento de grandes desafíos para América y rezo para que el  presidente tenga éxito guiando a nuestra nación", dijo Romney, un mormón  millonario de 65 años, al cerrar una carrera llena de éxitos profesionales y de  fracasos políticos.

Obama reconoció que tiene mucho retos por delante, entre ellos arreglar el  sistema migratorio, en un país donde viven más de 11 millones de  indocumentados, la gran mayoría latinoamericanos.

"Creemos en un Estados Unidos generoso, compasivo, tolerante, abierto a los  sueños de la hija de un inmigrante que estudia en nuestras escuelas y jura  lealtad a nuestra bandera", dijo.

El gobierno de Obama emitió una directiva en junio pasado que suspendió las  deportaciones de jóvenes estudiantes sin papeles, pero no logró concretar una  reforma migratoria integral que abra una vía para regularizar a los  indocumentados, una de sus promesas en 2008.

Obama, que libró una batalla ruda y sin miramientos con Romney, lanzó un  discurso conciliador para sanar heridas.

"Con sus historias y sus luchas, vuelvo a la Casa Blanca más determinado y  más inspirado que nunca para hacer frente al trabajo que hace falta hacer y el  futuro que tenemos por delante", dijo.

Obama agradeció el voto de confianza de los estadounidenses, que aún sufren  en medio de una débil recuperación de la peor crisis económica desde la década  de 1930, con la cifra de desempleo en 7,9%.

"Esta noche, en esta elección, ustedes, el pueblo estadounidense, nos  recordaron que aunque el camino ha sido arduo y el recorrido largo, nos hemos  vuelto a levantar", dijo Obama.

"Creo que podemos intentar alcanzar ese futuro juntos, porque no estamos  tan divididos como nuestra política podría sugerir", dijo Obama antes de poner  fin a su discurso. Acto seguido, del techo del centro de convenciones cayó una  lluvia de confeti tricolor, azul, blanco y rojo.

Pese a que los demócratas de Obama retuvieron la mayoría en el Senado en  las elecciones del martes, la Cámara de Representantes volvió a quedar en manos  de la oposición republicana, lo que augura enfrentamientos políticos en  Washington en los próximos meses.

Luego de pasar el resto de la noche en Chicago, Obama volverá a la Casa  Blanca el miércoles por la tarde.
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