Internacional

Tras la odisea legal, Strauss Kahn regresa a Francia

Hasta el momento, el ex director del FMI no otorga declaraciones; aún tiene acusaciones en contra por agresión sexual

PARÍS, FRANCIA (05/SEP/2011).- Alguna vez fue considerado el favorito para convertirse en el próximo presidente de Francia, pero ayer, lo único que recibió Dominique Strauss Kahn a su regreso, fue la fría bienvenida de aliados de su partido. El ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) vivió durante 16 semanas una disputa legal ocasionada por la acusación de agresión sexual, cargo que al final le fue exculpado.

Días después de que los fiscales descartaron el caso en su contra, el francés era despedido con aplausos en la oficina del FMI en Washington D.C., donde se disculpó ante su personal.

Pero es poco probable que Strauss Kahn reciba una bienvenida de héroe en París, donde su reputación se vio afectada duramente, a pesar de las celebraciones iniciales cuando se supo la noticia en Francia que evitaría el procesamiento en un sistema que los franceses consideran como demasiado duro y apresurado.

La incomodidad se siente más en el Partido Socialista, que se está preparando para una primaria en octubre, después de que se reorganizó en torno a dos grandes candidatos antes de la elección presidencial de Francia de abril de 2012.

Un día antes de su llegada al país, los socialistas mantuvieron un incómodo silencio sobre su futuro papel, y la atención del público en Francia está más concentrada en el próximo juicio al ex presidente Jacques Chirac.

Muchos socialistas ya se han distanciado del alguna vez favorito en la carrera presidencial, reflejando un generalizado desagrado con su reputación como mujeriego, incluso en un país conocido por tolerar el adulterio entre los políticos.

Francois Hollande, el candidato socialista favorito, ha hablado vagamente sobre el papel de Strauss Kahn en la elección, sin mencionar un puesto ministerial.

Su rival Martine Aubry, también líder del partido, fue igual de imparcial cuando dijo a la red de televisión Canal+ que ella está de acuerdo con otras mujeres en lo que se refiere a la actitud de Strauss Kahn frente al sexo opuesto.

De sus aliados más cercanos, Pierre Moscovici, un ex ministro socialista, lo dejó de lado para convertirse en coordinador de campaña de Hollande. El veterano de izquierda Jean-Christope Cambadelis apoya a Aubry.

El ex primer ministro socialista Michel Rocard que Strauss Kahn “tiene una enfermedad mental (...) él está fuera del juego”. Posteriormente se disculpó por sus palabras.

Sumándose a sus problemas, Strauss Kahn aún enfrenta un caso civil en Nueva York y una acusación de intento de violación presentada por una mujer que hace 30 años fue su ayudante en Francia.

Además, en su país de origen tiene abierta una investigación preliminar por una denuncia de la periodista Tristan Banon, que le acusa de una tentativa de violación en febrero de 2003.

TELÓN DE FONDO
Libre y desprestigiado


La pesadilla comenzó hace 16 semanas. Dominique Strauss Kahn, aún en su puesto como presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), se encontraba en el en el interior de un avión de Air France para viajar a París y un par de agentes se acercaron al por entonces uno de los hombres más poderosos del planeta para detenerle tras una denuncia por intento de violación.

Puede que nunca se llegue a esclarecer toda la verdad de lo que ocurrió aquella mañana del 14 de mayo en el interior de la suite 2806 del hotel Sofitel de Manhattan entre DSK, como es conocido por la prensa el político francés, y Naffissatou Diallo, la camarera que puso entre las cuerdas al entonces presidenciable francés.

Lo cierto es que tras su arresto en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, DSK pasó varios días en la cárcel de Rikers Island bajo vigilancia, y tras comparecer ante un gran jurado escuchó como le imputaban siete cargos por asalto sexual e intento de violación.

Días más tarde, el juez Michael Obus decretaba su libertad bajo fianza de un millón de dólares y un aval bancario de otros cinco millones, pero le mantenía bajo arresto domiciliario.

El alivio para el francés fue la falta de credibilidad a la que se enfrentó su acusadora, ya que anteriormente había hecho un señalamiento del mismo tipo que resultó falso.

Finalmente, el 23 de agosto la Fiscalía recomendó retirar los cargos.
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