Internacional

Toman con más seriedad las nuevas pistas sobre el vuelo de Río-París

Hasta ahora se han explorado dos tercios de ese rectángulo de diez kilómetros de alto por 20 de ancho

Toman con más seriedad las nuevas pistas sobre el vuelo de Río-París
PARÍS, FRANCIA (10/MAY/2010) .- Los investigadores franceses encargados de determinar las causas del accidente del avión que cubría la línea entre Río de Janeiro y París el 1 de junio de 2009, se toman en serio las nuevas pistas sobre la localización de los restos del aparato, tras los datos aportados por un submarino nuclear galo.

A partir de estas informaciones se ha establecido una zona de 200 kilómetros cuadrados situada más al sureste de la región en la que hasta ahora se buscaba el avión y las pesquisas se centran en este nuevo perímetro, afirmó hoy en París el director de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), Jean-Paul Troadec.

En un par de días, los submarinos robotizados del barco noruego Seabed Worker habrán acabado de peinar esa nueva zona y se sabrá si las informaciones de la Armada francesa eran correctas, indicó Troadec en una rueda de prensa.

Por el momento, se han explorado dos tercios de ese rectángulo de diez kilómetros de alto por 20 de ancho en el que se estima que están los restos del avión si se dan por buenos los datos recogidos por el submarino nuclear "Emeraude".

Troadec indicó que no buscan en particular las cajas negras, si- no los restos del Airbus A330 de Air France, en los que se suponen que están estos elementos claves para la investigación.

Aunque reconoció que la búsqueda es muy compleja ante la orografía accidentada de los fondos marinos en la zona, situados entre dos mil 600 y tres mil 600 metros de profundidad, señaló que es la mejor pista que tienen y que, por tanto, en ella se va a centrar la nueva campaña de búsqueda.

A ella se destinarán tres millones de euros, financiados por Air France, propietario del avión, y Airbus, constructor, y durará hasta el próximo día 25.

Troadec no desveló si habrá otras nuevas campañas de investigación en el caso de que falle la actual.

El cambio de parámetro de búsqueda se hizo el pasado viernes, después de que Defensa hiciera saber que había encontrado la pista de lo que podían ser las emisiones de las cajas negras del avión.

Estas señales fueron captadas en julio pasado por el "Emeraude", pero hasta hace unos días no se había puesto a punto el dispositivo informático necesario para interpretarlas.

Troadec aseguró que las señales captadas por el submarino nuclear corresponden por intensidad, frecuencia y forma a las emitidas por las cajas negras de los aviones y descartó que sean sonidos de origen biológico o geológico.

Estas señales se emiten aproximadamente un mes después de un accidente y se apagan posteriormente. El submarino las captó pocos días después del accidente, pero hasta ahora estaban ocultas.

La nueva zona de búsqueda, mucho más restringida que la original, se encuentra a unos 75 kilómetros al sur-sureste de la última localización que se tiene del avión.

Por eso, de encontrarse ahí los restos del avión, los investigadores validarían la hipótesis de que los pilotos dieron media vuelta unos cinco minutos antes de estrellarse el aparato en aguas del Atlántico con 228 ocupantes a bordo, los cuales perdieron la vida.

Los responsables del BEA se mostraron optimistas sobre el buen estado de las cajas negras en el caso de que éstas sean encontradas y puedan ser recuperadas y afirman que serán de una gran ayuda para conocer las circunstancias en las que se produjo el accidente.

Mientras, Troadec aseguró que no se pueden establecer hipótesis sobre el mismo hasta que no se encuentren los restos del avión "que hay muchas opciones de que estén en esa zona".
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