Internacional
Tiempos de dolor y guerra
Los atentados contra Estados Unidos llevaron a la reconfiguración del orden mundial, con el énfasis en el uso de la fuerza militar
El ataque terrorista coordinado destruyó el símbolo por excelencia del comercio global y golpeó —increíblemente— a la sede del Departamento de Defensa de EU, sembrando la incertidumbre en la Casa Blanca y en la comunidad internacional. Los atentados llevaron a la reconfiguración del orden mundial, con un énfasis en el uso unilateral de la fuerza militar y en el recorte de las libertades para enfrentar al terror interno y externo. Una nueva era de zozobra, pero también de orgullo nacional y de república imperial, comenzó a surgir de los escombros de los símbolos del poderío estadounidense. En esos terribles momentos, el miedo y la sensación de vulnerabilidad dieron paso a actos de heroísmo (policías, bomberos y ciudadanos) y al mismo tiempo a preguntas y respuestas del por qué.
Fuera de Estados Unidos, en la era de la comunicación planetaria e inmediata, el mundo vio, entre conmovido y desconcertado, a la potencia vencedora de la Guerra Fría sufriendo un ataque terrorista de dimensiones monstruosas en su propio territorio. El 11-S, como comenzó a ser conocido el atentado múltiple contra EU, fue descrito por el presidente George W. Bush como “un acto de guerra contra nuestro país”. El semanario londinense The Economist calificó el hecho como “el día que cambió el mundo”. El vespertino francés Le Monde, en tono solidario, caracterizó la jornada como “el día en que todos fuimos estadounidenses”. EL UNIVERSAL dijo que se trató de “una irracionalidad condenable”. Internacionalmente, hubo expresiones de fraternidad con el pueblo y el gobierno estadounidenses y de comprensión a una justificada represalia, pero también de “se lo merecen” en sectores antiestadounidenses e islámicos, y de temores por la magnitud de la respuesta de la Casa Blanca.
¿Si el ataque japonés a Pearl Harbor (territorio extra-continental de EU) llevó a Washington a la Segunda Guerra Mundial, a dónde llevaría la nueva afrenta que mató en tres horas a cerca de 3 mil personas?
Con un alza súbita de aprobación de 50% a 90%, nueve días después de los atentados Bush lanzó ante el Congreso la guerra global contra el terror, tras advertir que “nuestro duelo se ha convertido en ira y la ira en resolución” para castigar a los enemigos de EU y de la libertad. El mandatario proclamó: “Todas las naciones deben tomar ahora una decisión: o están con nosotros o están con los terroristas”. Anunció un nuevo tipo de guerra, “una larga campaña como no hemos visto ninguna otra jamás”.
La doctrina Bush
Surgió una nueva política exterior en Washington. Quedó atrás el orden multilateral y de respeto al derecho internacional, favorecido por el fin de la Guerra Fría, y se impuso el unilateralismo. La llamada doctrina Bush, que contemplaba los ataques preventivos y el cambio de régimen, tomó cuerpo del ideario neoconservador (Proyecto para el nuevo siglo estadounidense) que abogaba por una nueva hegemonía de EU y un mayor gasto militar. Bush atribuyó los ataques a Al-Qaeda, un grupo de extremistas musulmanes, liderados por el saudita Osama bin Laden, un antiguo protegido de EU en la guerra de los años 80 contra la ocupación soviética de Afganistán. Antes de que se cumpliera un mes de los atentados arrancó la operación “Libertad Duradera” contra Afganistán, con un sentido de “cruzada” contra los enemigos de la democracia liberal.
Los ataques del 11-S desataron el sentimiento antiislámico no sólo en EU, sino también en el mundo occidental, luego de que a las 72 horas de los ataques, el FBI identificara a 19 árabes (15 de ellos sauditas) como los secuestradores de los cuatro aviones. Diversas encuestas mostraron de inmediato una creciente islamofobia en EU y Europa. El 11-S pareció confirmar las advertencias académicas de Samuel Huntington en el sentido de que el mundo se encaminaba a un choque de civilizaciones, en el cual los principales protagonistas serían el occidente cristiano y el islam.
El refugio de Bin Laden fue unificado en Afganistán. La respuesta estadounidense fue una guerra que se prolonga hasta nuestros días, y que ya es la más larga peleada hasta ahora por EU.
Luego, en su mensaje del Estado de la Unión de 2002, Bush utilizó la expresión “eje del mal” para referirse a países (Irak, Irán y Corea del Norte) que supuestamente apoyaban al terrorismo. La guerra contra el Talibán, aliado circunstancial de Al-Qaeda y su líder, tuvo un amplio respaldo mundial. De hecho, aún la libra —aunque cada vez con menos entusiasmo— una coalición internacional de 37 países (OTAN-ISAF), avalada por las Naciones Unidas porque el plan contemplaba la reconstrucción afgana.
Aventura bélica en Irak
La otra guerra derivada del 11-S, la operación “Libertad iraquí”, arrancó el 19 de marzo de 2003 entre multitudinarias protestas antibélicas mundiales y con la oposición significativa de importantes países, entre ellos México, que argumentaban no entender por qué debía cambiarse la prioridad de la lucha antiterrorista en Afganistán por la del derrocamiento del régimen de Saddam Hussein en Bagdad.
EU había definido su nueva Estrategia Nacional de Seguridad (septiembre de 2002) para justificar la guerra preventiva. Aunque las grandes potencias intervenían en todos los países, “nunca una de ellas había erigido como principio la decisión unilateral de declarar la guerra basándose en la mera posibilidad de un ataque”, razonó el historiador y filósofo Tzvetan Todorov en su libro El nuevo desorden mundial (2003). La búsqueda de las presuntas armas de destrucción masiva de Hussein reemplazó a la captura de Bin Laden como objetivo principal de Bush, quien de paso, con dos conflictos militares en su agenda, pudo legitimar su cuestionada victoria electoral en el año 2000.
Bush, enfundado en un uniforme militar, proclamó desde un portaaviones el fin de las operaciones militares mayores en Irak en mayo de 2003. Antes de finalizar ese año, sus tropas ya habían capturado a Hussein, a quien se ejecutó en la horca cerca de Bagdad el 30 de diciembre de 2006. La sensación de vulnerabilidad de EU en el exterior había sido superada. El republicano Bush fue reelecto en 2004 con una abrumadora ventaja sobre su rival demócrata. Si en la elección del 2000 Bush alcanzó 47.87 % del voto popular contra 48.38% de Albert Gore (271 votos electorales contra 266), en la elección del 2004 ganó 286 votos electorales contra 251 del demócrata John Kerry. El conflicto iraquí, sin embargo, tuvo un costo mayor al esperado. EU no sólo perdió la simpatía y solidaridad de la comunidad internacional ganada tras el 11-S. Irak se convirtió en un infierno de atentados terroristas, en medio del espectro de una guerra civil entre la minoría sunnita y la mayoría chiíta, y en una sangría para la economía estadounidense. La aventura bélica en Irak tuvo un costo de tres billones de dólares, según la estimación del premio Nobel de la Economía Joseph E. Stiglitz, en su libro La guerra de los tres billones de dólares (2008). De hecho, la administración Bush duplicó hasta 700 mil millones de dólares el presupuesto de Defensa.
En términos humanos, EU perdió en Irak casi cuatro mil 500 soldados, según la organización ICasualties, mientras que las bajas iraquíes fueron estimadas en más de 150 mil por la organización Iraq Family Health Survey, entre 2003 y 2006. La participación de España y del Reino Unido en la campaña bélica dejó como saldo los atentados islamistas del 11 de marzo de 2004 en Madrid (191 muertos) y del 7 de julio de 2005 en Londres (56 muertos).
Otro costo de la guerra en Irak fue el daño a la imagen internacional de EU al descubrirse las torturas de soldados estadounidenses contra prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib. El daño se incrementó con la revelación de los abusos en la cárcel militar de Guantánamo contra los prisioneros no combatientes de la guerra global contra el terror en Afganistán. La opinión favorable a Estados Unidos en el mundo de más de 80% en 2001 cayó a cerca de 30% al terminar la era Bush en 2008, según encuestas del Pew Center. “EU se transformó de una nación de paz en un arma de guerra. Algo que no estaba bien”, dijo el ciudadano John Cappola, en un foro sobre las consecuencias del 11-S convocado este mes por PBS, la televisión pública estadounidense. Francis Fukuyama argumentó en su libro América en la encrucijada (2006) que la doctrina de los ataques preventivos, de la falta de respeto al derecho internacional y del desprecio a los derechos humanos y a la ONU habían representado una política equivocada.
Esperanza tras la debacle militar
Los desastres militares en Irak y Afganistán, además de la crisis financiera que sacudió a EU entre 2007 y 2008, llevaron por primera vez en la historia estadounidense a un afroamericano a la Casa Blanca. Barack Obama ganó la presidencia el 4 de noviembre de 2008 con el argumento de que EU debía salir de Irak (la guerra equivocada) y trasladar recursos a Afganistán (la guerra correcta). Con sus decisiones en ese sentido y por su esperanza de cambio ganó el Nobel de la Paz el 9 de octubre de 2009. La confianza en Obama mejoró la imagen de EU en la mayor parte del mundo a mediados de ese año, según la encuesta de actitudes globales del Pew Center. En el caso de México, mientras que sólo 16% pensaba en 2008 que Bush hacía lo correcto, en 2009, 55% creía que Obama estaba haciendo lo debido.
Obama cambió la estrategia militar instaurada tras el 11-S. Retiró las tropas estadounidenses de Irak en 2010 y planteó un cronograma de retiro de tropas de Afganistán. El 1 de mayo pasado sorprendió al mundo al anunciar la muerte de Bin Laden en un eficaz operativo militar en Abbotabad, Paquistán. La popularidad de Obama subió en un mes de 46% a 57%, según una encuesta CBSNews/The New York Times. El mandatario cerró así el ciclo abierto el 11-S.
Cuando la economía estadounidense muestra serias debilidades —elevada deuda, alto desempleo y bajo crecimiento—, el fin de ese ciclo ubica a EU en una nueva era de incertidumbre, esta vez económica, resultado también de la costosa herencia de Bush. Hoy el futuro político de Obama está en duda. La muerte de Bin Laden —de la que no ha quedado ningún símbolo visible, pues su cadáver fue arrojado al mar— se ha diluido en la opinión pública. El derribo de un helicóptero por el Talibán, el 6 de agosto pasado, mató a 31 soldados de EU, el mayor número de bajas en un día desde 2001, entre ellas, colegas del equipo que cazó a Bin Laden. En Afganistán, EU ha perdido más de mil 659 soldados, según icasualties.org. La ONU por su parte ha estimado las bajas civiles afganas en más de 8 mil.
Cronología
2001
20 de enero
George W. Bush asume la presidencia de EU, tras una elección disputada
11 de septiembre
Atentados terroristas en Nueva York y Washington
20 de septiembre
Bush anuncia la guerra global contra el terror
7 de octubre
EU y el Reino Unido inician la guerra contra Afganistán
26 de octubre
Bush promulga el Acta Patriota
2002
10 de enero
EU envía los primeros presos a Guantánamo
12-14 de abril
Fracasa un golpe de Estado en Venezuela contra el presidente Hugo Chávez
2003
1 de febrero
Estalla el Columbia. Mueren 7 astronautas
19 de marzo
EU y Reino Unido inician el ataque aéreo a Irak
1 de mayo
Bush declara terminadas las operaciones militares mayores en Irak
1 de agosto
La OTAN asume el control militar en Afganistán
13 de diciembre
Tropas de EU capturan a Saddam Hussein
2004
11 de marzo
Terroristas de Al-Qaeda estallan bombas entre trenes de Madrid y matan a 191
30 de abril
Los medios publican fotos de abusos de EU a presos iraquíes en Abi Ghraib
1-3 de septiembre
Terroristas chechenos toman una escuela con 1,200 niños en Beslán. Mueren 340
2 de noviembre
Bush es reelecto
26 de diciembre
Un tsunami devasta Asia. Mueren 225 mil personas
2005
2 de abril
Muere el Papa Juan Pablo II. Dos semanas después asume Benedicto XVI
7 de julio
Atentados terroristas en Londres dejan 56 muertos
29 de agosto
El huracán “Katrina” golpea Nueva Orleáns y deja mil 836 muertos
2006
7 de noviembre
Los demócratas ganan ambas Cámaras del Congreso en EU
2007
27 de junio
Tony Blair renuncia como premier británico tras críticas a su rol en Irak
2008
Septiembre
Crisis financiera en EU
4 de noviembre
Barack Obama gana las elecciones presidenciales en EU
2009
27 de febrero
Obama anuncia el retiro de tropas en Irak
20 de marzo
Obama anuncia el envío de más tropas a Afganistán
9 de octubre
Obama gana el Nobel de la Paz
2010
12 de enero
Terremoto devasta a Haití y deja más de 200 mil muertos
2011
Enero-febrero-marzo
La “primavera árabe” derriba a dictadores en Túnez y Egipto. Rebelión en Libia y protestas masivas en Siria y Yemen
11 de marzo
Terremoto y tsunami en Japón deja más de 20 mil muertos
1 de mayo
Obama anuncia la muerte de Osama bin Laden
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