Internacional
Sube a 214 cifra de muertos en Río de Janeiro
La mayoría de las víctimas fueron arrastradas por aludes de barro que cayeron sobre las favelas, construidas sobre laderas abruptas e inestables
RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- Los socorristas que trabajan en las laderas de los cerros que se derrumbaron por las intensas lluvias caídas esta semana sobre el estado de Río de Janeiro rescataron hoy otros dos cuerpos, con lo que el balance oficial de muertos subió a 214.
Los dos cadáveres localizados durante la madrugada de este sábado eran de un hombre de unos 40 años y de un niño y fueron rescatados en el Morro de Bumba, un cerro de la ciudad de Niteroi que se desplomó la noche del miércoles y que puede haber sepultado a unas 150 personas, según cálculos de los bomberos.
En Niteroi, separada de Río de Janeiro por la bahía de Guanabara, han sido registradas 134 de las 214 muertes confirmadas desde que comenzaron las lluvias, la tarde del pasado lunes.
Según fuentes oficiales, las labores de rescate en el Morro de Bumba, que centra ahora las preocupaciones de los socorristas, pueden prolongarse durante unos quince días, por las dificultades que presenta el terreno.
El barrio que existía en ese lugar, con unas cincuenta viviendas, una iglesia, un jardín de infantes y varios comercios, se construyó sobre un antiguo vertedero, lo que debilitó el terreno y redujo la capacidad del suelo para absorber el agua de lluvia.
Los dos cadáveres localizados durante la madrugada de este sábado eran de un hombre de unos 40 años y de un niño y fueron rescatados en el Morro de Bumba, un cerro de la ciudad de Niteroi que se desplomó la noche del miércoles y que puede haber sepultado a unas 150 personas, según cálculos de los bomberos.
En Niteroi, separada de Río de Janeiro por la bahía de Guanabara, han sido registradas 134 de las 214 muertes confirmadas desde que comenzaron las lluvias, la tarde del pasado lunes.
Según fuentes oficiales, las labores de rescate en el Morro de Bumba, que centra ahora las preocupaciones de los socorristas, pueden prolongarse durante unos quince días, por las dificultades que presenta el terreno.
El barrio que existía en ese lugar, con unas cincuenta viviendas, una iglesia, un jardín de infantes y varios comercios, se construyó sobre un antiguo vertedero, lo que debilitó el terreno y redujo la capacidad del suelo para absorber el agua de lluvia.