Internacional
Siria, ''un mundo de pesadilla y tortura sistemática'': AI
''La escala de la tortura y los malos tratos en Siria ha alcanzado un nivel no visto desde hace años y recuerda la era oscura de los años 1970 y 1980'', señala
BEIRUT, LÍBANO (13/MAR/2012).- Las personas detenidas en Siria, donde un movimiento de protesta es reprimido en forma sangrienta desde hace un año, se enfrentan a un "mundo de pesadilla y tortura sistemática" que hace retroceder décadas al país, denunció este miércoles Amnistía Internacional.
"La escala de la tortura y los malos tratos en Siria ha alcanzado un nivel no visto desde hace años y recuerda la era oscura de los años 1970 y 1980", indica la ONG en un informe basado en el testimonio de sobrevivientes que lograron huir a Jordania.
La situación "es ahora muy similar a la experimentada por los presos del ex presidente Hafez al Assad, un mundo de pesadilla y tortura sistemática", afirmó Ann Harrison, del programa de Amnistía para Medio Oriente.
El informe, publicado en vísperas del primer aniversario del inicio de la revuelta contra el régimen de Bashar al Assad, hijo de Hafez, habla de 31 métodos de tortura u otros malos tratos utilizados por las fuerzas de seguridad sirias y las milicias ("chabbiha").
"Muchas de las víctimas dijeron que comenzaron a ser golpeados durante su arresto" y que la violencia se intensificó "a su llegada al centro de detención", donde sus carceleros los golpearon "con palos, culatazos, los látigos, puños, cables", dijo Amnistía.
Según los testimonios de 25 ex prisioneros, la tortura o los malos tratos llegaron a su clímax en el momento de los interrogatorios.
"Varios sobrevivientes hablaron de la práctica de "dulab" (neumático en árabe), en la que la víctima es inmovilizada en un neumático, que a veces es alzado en el aire, para ser golpeada, ya sea con palos o sogas.
Otra técnica, cada vez más utilizada, es la suspensión del detenido en el aire para golpearlo o darle choques eléctricos.
Un sobreviviente llamado Tariq informó a Amnistía que mientras era entrevistado en el barrio de Kafr Sussa, en Damasco, fue obligado a presenciar la violación de otro preso, Khaled: "El oficial lo violó contra la pared. Khaled lloraba, golpeando su cabeza contra el muro".
Ann Harrison dijo que los testimonios recogidos indican que "crímenes de lesa humanidad" se cometen en Siria.
"Los sirios responsables de la tortura, incluidos los que dieron las órdenes, no deben dudar que deberán enfrentarse a la justicia", dijo.
Amnistía pidió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU no prorrogar el mandato de su comisión investigadora sobre Siria.
"La escala de la tortura y los malos tratos en Siria ha alcanzado un nivel no visto desde hace años y recuerda la era oscura de los años 1970 y 1980", indica la ONG en un informe basado en el testimonio de sobrevivientes que lograron huir a Jordania.
La situación "es ahora muy similar a la experimentada por los presos del ex presidente Hafez al Assad, un mundo de pesadilla y tortura sistemática", afirmó Ann Harrison, del programa de Amnistía para Medio Oriente.
El informe, publicado en vísperas del primer aniversario del inicio de la revuelta contra el régimen de Bashar al Assad, hijo de Hafez, habla de 31 métodos de tortura u otros malos tratos utilizados por las fuerzas de seguridad sirias y las milicias ("chabbiha").
"Muchas de las víctimas dijeron que comenzaron a ser golpeados durante su arresto" y que la violencia se intensificó "a su llegada al centro de detención", donde sus carceleros los golpearon "con palos, culatazos, los látigos, puños, cables", dijo Amnistía.
Según los testimonios de 25 ex prisioneros, la tortura o los malos tratos llegaron a su clímax en el momento de los interrogatorios.
"Varios sobrevivientes hablaron de la práctica de "dulab" (neumático en árabe), en la que la víctima es inmovilizada en un neumático, que a veces es alzado en el aire, para ser golpeada, ya sea con palos o sogas.
Otra técnica, cada vez más utilizada, es la suspensión del detenido en el aire para golpearlo o darle choques eléctricos.
Un sobreviviente llamado Tariq informó a Amnistía que mientras era entrevistado en el barrio de Kafr Sussa, en Damasco, fue obligado a presenciar la violación de otro preso, Khaled: "El oficial lo violó contra la pared. Khaled lloraba, golpeando su cabeza contra el muro".
Ann Harrison dijo que los testimonios recogidos indican que "crímenes de lesa humanidad" se cometen en Siria.
"Los sirios responsables de la tortura, incluidos los que dieron las órdenes, no deben dudar que deberán enfrentarse a la justicia", dijo.
Amnistía pidió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU no prorrogar el mandato de su comisión investigadora sobre Siria.
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