Internacional
Silencio para Bush en su despedida de Washington
George W. Bush, y su esposa Laura regresaron a Texas
Bush hizo escala en la ciudad texana de Midland, donde lo esperaban centenares de personas que agitaron carteles con su tradicional letra “W” y escucharon extractos de sus discursos.
Bush y su esposa partieron de la base Andrews de las Fuerza Aérea, en las afueras de la capital, a bordo del avión presidencial, que cambió para la ocasión su nombre de “Air Force One” a “Special Air Mission 28000”.
Antes de abordar el aparato, Bush se reunió con ex consejeros, los familiares de éstos y partidarios a quienes agradeció su colaboración.
También subrayó su orgullo por la pacífica transición del control de la Casa Blanca al ahora mandatario Barack Obama.
“Fue un momento de inspiración ver la investidura del presidente 44 de Estados Unidos. Fui testigo de la historia en primera fila”.
La cálida recepción al ex gobernante de Estados Unidos contrastó con su casi silenciosa salida de Washington.
El despegue del “Special Air Mission 28000” apenas recibió atención de los estadounidenses o de los medios de comunicación.
El momento que mejor describe el sentir de los estadounidenses ante el cambio de poder tuvo lugar cuando Bush apareció en las escalinatas del Capitolio para asistir a la investidura de Obama.
Su llegada fue acogida con un gran silencio en las gradas y con fuertes abucheos entre las masas en el Mall.
La reacción de los ciudadanos anticipó lo que iba a pasar después, en el momento de su salida, cuando sobrevoló la ciudad, en la que casi dos millones de personas presenciaron la investidura de su nuevo presidente.
Estoy de regreso en Texas y estoy aquí para quedarme
La presidencia fue una experiencia dichosa, pero aún ante su grandeza, nada se compara a Texas en el crepúsculo. George W. Bush, ex presidente de Estados Unidos.
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