Internacional
Siguen tres líneas de investigación por tragedia en Suiza
El autobús en el que viajaban 52 personas se impactó contra la pared de un túnel, causando la muerte de 22 niños y seis adultos
El dolor y la impotencia tiñeron de duelo el montañoso Valais, refugio de esquiadores al Suroeste de Suiza. El autobús, que transportaba a 52 personas, llevaba a casa a un grupo de escolares tras un paseo para esquiar; sin embargo, a poco tiempo de partir se estrelló contra la pared de un túnel. De los fallecidos 21 eran de nacionalidad belga y siete holandeses, de acuerdo con las autoridades. La mayoría de los niños a bordo tenían 12 años.
Otros 24 niños resultaron heridos y fueron trasladados a hospitales locales. Tres se encuentran en estado de coma.
Las causas precisas del accidente continúan siendo una gran interrogante. Olivier Elsig, fiscal del Estado de Valais, señaló que siguen tres líneas de investigación: una falla técnica en el vehículo, un problema de salud del conductor como un ataque cardíaco, lo que se confirmará con la autopsia y la tercera, que según el funcionario es la menos probable, es que el accidente se haya debido a una distracción o error humano.
La fatiga del conductor ha sido descartada, pues contó con suficiente tiempo de descanso y el accidente ocurrió a menos de una hora de haber comenzado el trayecto.
De acuerdo con el fiscal, también se han revisado las cámaras que están dentro del túnel, y se ha descartado que algún otro vehículo se haya visto involucrado en el incidente. También descartaron que autobús viajara a exceso de velocidad.
“El autobús no parecía viajar demasiado rápido”, dijo Elsig. “De inmediato ordené una autopsia del conductor”.
Violento choque
El autobús había viajado entre 15 y 20 kilómetros desde el campamento de esquí de Val d’Anniviers antes de entrar al túnel. “Todos los niños usaban los cinturones de seguridad, pero el impacto del choque fue violento”, dijo Olivier Elsig, fiscal del Estado de Valais.
Una foto de la Policía mostró al vehículo incrustado contra una de las paredes del túnel, con su parte frontal destrozada, vidrios rotos y restos del vehículo esparcidos por la carretera mientras socorristas trataban de rescatar a pasajeros por las ventanillas.
Alrededor de 200 policías, bomberos, médicos y paramédicos trabajaron toda la noche, mientras que 12 ambulancias y ocho helicópteros llevaron a los heridos al hospital.
“Yo no puedo describir el apocalipsis al cual nos tuvimos que enfrentar. Al llegar, escuchamos los gritos de los niños. Los socorristas son fuertes, pero eso fue más allá de lo imaginable”, comentó Alain Rittiner, conductor de ambulancia.
Las regiones montañosas de Suiza tienen un historial de accidentes mortales. El del martes fue el peor desde 1982, cuando 39 turistas alemanes perdieron la vida en un cruce ferroviario luego de que un tren chocara contra su autobús.
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