Internacional
Se desviven italianos por atender a peregrinos que llegan al Vaticano
En las calles que llevan a la Plaza de San Pedro y a otros sitios de interés de El Vaticano es común observar a ciudadanos, vendedores y meseros auxiliando a los turistas
Desde su llegada al aeropuerto internacional de Fiumicino, en Roma, trabajadores de la terminal aérea, maleteros, taxistas dan con una sonrisa la bienvenida a los turistas, les hacen entrega de guías y mapas de Roma y de El Vaticano y les brindan orientación y ayuda.
Sin importar el idioma, los italianos se acercan a los extranjeros expresando dos o tres palabras en inglés, francés, español, portugués para tener un primer acercamiento con los turistas, que confían en ellos y aceptan la ayuda.
Con preguntas desde dónde entregan el equipaje hasta cómo llegar al centro de Roma o al hotel donde se hospedarán, los peregrinos solicitan el apoyo de la población, que se desviven por tratar bien a los visitantes.
La ayuda no sólo se da al interior del aeropuerto, si no a lo largo y ancho de la capital italiana, como en las principales calles y avenidas donde se han colocado espectaculares y banderines con los programas contemplados para la ceremonia de beatificación del domingo próximo.
Taxistas y conductores de colectivos no sólo ofrecen sus servicios, sino que brindan orientación a los peregrinos que se dirigen hacia El Vaticano desde diversos y lejanos países de todo el mundo, en especial de las naciones donde Juan Pablo II es recordado con cariño.
En las calles que llevan a la Plaza de San Pedro y a otros sitios de interés de El Vaticano es común observar a ciudadanos, vendedores y meseros auxiliando a los turistas.
En el metro y el servicio de autobús, un sinnúmero de visitantes de origen diverso se mezclan entre los italianos, quienes a pesar de estar acostumbrados a las visitas frecuentes de extranjeros afirman que está es una ocasión especial, porque es la elevación de Juan Pablo II a los altares.
A tres días de la beatificación de Karol Wojtyla, los organizadores ultiman este jueves los preparativos en la Plaza de San Pedro, en medio del paseo de los visitantes, que llegaron a El Vaticano para atestiguar la ceremonia considerada un hecho histórico debido a la relevancia del pontífice en la historia reciente de la Iglesia.
Aunque nueve pontífices han sido declarados beatos, será la primera vez que un Papa, en este caso Benedicto XVI, beatifica a su más inmediato predecesor.
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