Internacional
Sarkozy oficializa candidatura para reelección
El jefe de Estado se presenta a sí mismo como 'el capitán de un barco en plena tormenta', ya que Francia vive una crisis sin precedentes
PARIS, FRANCIA (15/FEB/2012).- El presidente Nicolas Sarkozy oficializó el miércoles su candidatura a la elección presidencial francesa de abril y mayo próximos, en declaraciones al canal de televisión TF1, en las que afirmó que no presentarse "hubiera sido un abandono de puesto".
"Sí, soy candidato a la elección presidencial", declaró el jefe de Estado saliente, elegido para un primer mandato en 2007.
Presentándose como "el capitán de un barco en plena tormenta", Sarkozy afirmó que tomó la decisión porque dada "la situación hoy en Francia, en Europa, en el mundo, que vive desde hace tres años una sucesión de crisis sin precedentes", el no presentarse a un nuevo mandato "hubiera sido como un abandono de puesto".
"Los franceses deben comprender que si Francia es fuerte, ellos serán protegidos", dijo Sarkozy que ha elegido "Francia fuerte" como lema de campaña.
Indicó que la idea central de su próximo mandato será "devolver la palabra al pueblo francés", y confirmó que se plantea recurrir a un referéndum sobre los derechos de los desempleados y sobre cualquier otro tema cuando haya bloqueo en las instancias políticas.
La elección presidencial francesa se realizará el 22 de abril y el 6 de mayo próximo. Los sondeos consideran favorito al candidato socialista François Hollande.
La candidatura de Sarkozy era un secreto a voces y su anuncio oficial fue avanzado en los últimos días por diversas confidencias de sus colaboradores o de su partido. Poco antes de su entrevista, el presidente abrió una cuenta en la red social Twitter en la que dio cita a sus partidarios. "He aceptado la invitación de TF1 al telediario (...) esta noche y os doy cita", escribió.
Su principal adversario, el socialista François Hollande, que prácticamente al mismo tiempo participaba el miércoles en un mitin de campaña en Ruan (noroeste), le restó importancia de antemano al declarar el martes que la misma "no cambia nada". "Todos sabían ya que era candidato. Esto no cambia en nada la situación política, no cambia nada en mi propia campaña", dijo.
Y en su mitin del miércoles, ironizó: "El presidente candidato es ahora candidato presidente. ¡Qué sorpresa!"
Por su parte, el candidato centrista François Bayrou utilizó también la ironía para responder a la metáfora utilizada por Sarkozy sobre su candidatura, afirmando que los franceses tienen ganas de cambiar al capitán que ha metido "el barco en un arrecife".
Por su parte, los partidarios del presidente quieren creer que esta oficialización significa el verdadero comienzo de la campaña por la elección.
"Ahora sí la verdadera campaña va a empezar. Todo va a cambiar con la entrada en campaña de Nicolas Sarkozy", declaró el miércoles el ministro de Relaciones Exteriores, Alain Juppé.
El presidente consagrará las casi diez semanas que quedan hasta la primera vuelta a su campaña electoral, con pocas excepciones, entre ellas la cumbre franco británica del viernes y el consejo de ministros que tiene lugar todos los miércoles.
"Nuestra estrategia es que la campaña sea densa, con un acontecimiento cada día. Vamos a ocupar el terreno permanentemente", indican fuentes de la UMP, el partido del presidente.
Nicolas Sarkozy había avanzado ya las líneas de su campaña en una entrevista publicada la semana pasada por el semanario Le Figaro Magazine, en la que anunció propuestas que marcan un claro giro derechista, con restricciones de los derechos de los desempleados y de los extranjeros.
Tras reivindicar en su acción política los "valores" del "trabajo", la "autoridad" y la "responsabilidad", el presidente anunció su intención de modificar el subsidio de desempleo, para lo cual se plantea recurrir a un referéndum.
En su proyecto "no será un subsidio que se recibe pasivamente, sino la remuneración que el servicio público pagará al desempleado en contrapartida de una formación" obligatoria, al cabo de la cual "el desempleado estará obligado a aceptar la primera propuesta de trabajo que corresponda al oficio para el que fue formado".
Respecto a los extranjeros, Sarkozy propuso que "la jurisdicción administrativa sea la única competente en materia de inmigración", descartando las instancias judiciales.
Sarkozy se pronunció asimismo contra el matrimonio homosexual, contra la adopción por parte de las parejas homosexuales, contra la eutanasia y contra el derecho de voto para los extranjeros en las elecciones locales, temas sensibles para el electorado francés de derecha y de extrema derecha.
Paralelamente, declaró que desea endurecer las condiciones para obtener un permiso de residencia para los extranjeros casados con franceses, así como las condiciones de atribución de ayuda para los solicitantes de asilo.
"Sí, soy candidato a la elección presidencial", declaró el jefe de Estado saliente, elegido para un primer mandato en 2007.
Presentándose como "el capitán de un barco en plena tormenta", Sarkozy afirmó que tomó la decisión porque dada "la situación hoy en Francia, en Europa, en el mundo, que vive desde hace tres años una sucesión de crisis sin precedentes", el no presentarse a un nuevo mandato "hubiera sido como un abandono de puesto".
"Los franceses deben comprender que si Francia es fuerte, ellos serán protegidos", dijo Sarkozy que ha elegido "Francia fuerte" como lema de campaña.
Indicó que la idea central de su próximo mandato será "devolver la palabra al pueblo francés", y confirmó que se plantea recurrir a un referéndum sobre los derechos de los desempleados y sobre cualquier otro tema cuando haya bloqueo en las instancias políticas.
La elección presidencial francesa se realizará el 22 de abril y el 6 de mayo próximo. Los sondeos consideran favorito al candidato socialista François Hollande.
La candidatura de Sarkozy era un secreto a voces y su anuncio oficial fue avanzado en los últimos días por diversas confidencias de sus colaboradores o de su partido. Poco antes de su entrevista, el presidente abrió una cuenta en la red social Twitter en la que dio cita a sus partidarios. "He aceptado la invitación de TF1 al telediario (...) esta noche y os doy cita", escribió.
Su principal adversario, el socialista François Hollande, que prácticamente al mismo tiempo participaba el miércoles en un mitin de campaña en Ruan (noroeste), le restó importancia de antemano al declarar el martes que la misma "no cambia nada". "Todos sabían ya que era candidato. Esto no cambia en nada la situación política, no cambia nada en mi propia campaña", dijo.
Y en su mitin del miércoles, ironizó: "El presidente candidato es ahora candidato presidente. ¡Qué sorpresa!"
Por su parte, el candidato centrista François Bayrou utilizó también la ironía para responder a la metáfora utilizada por Sarkozy sobre su candidatura, afirmando que los franceses tienen ganas de cambiar al capitán que ha metido "el barco en un arrecife".
Por su parte, los partidarios del presidente quieren creer que esta oficialización significa el verdadero comienzo de la campaña por la elección.
"Ahora sí la verdadera campaña va a empezar. Todo va a cambiar con la entrada en campaña de Nicolas Sarkozy", declaró el miércoles el ministro de Relaciones Exteriores, Alain Juppé.
El presidente consagrará las casi diez semanas que quedan hasta la primera vuelta a su campaña electoral, con pocas excepciones, entre ellas la cumbre franco británica del viernes y el consejo de ministros que tiene lugar todos los miércoles.
"Nuestra estrategia es que la campaña sea densa, con un acontecimiento cada día. Vamos a ocupar el terreno permanentemente", indican fuentes de la UMP, el partido del presidente.
Nicolas Sarkozy había avanzado ya las líneas de su campaña en una entrevista publicada la semana pasada por el semanario Le Figaro Magazine, en la que anunció propuestas que marcan un claro giro derechista, con restricciones de los derechos de los desempleados y de los extranjeros.
Tras reivindicar en su acción política los "valores" del "trabajo", la "autoridad" y la "responsabilidad", el presidente anunció su intención de modificar el subsidio de desempleo, para lo cual se plantea recurrir a un referéndum.
En su proyecto "no será un subsidio que se recibe pasivamente, sino la remuneración que el servicio público pagará al desempleado en contrapartida de una formación" obligatoria, al cabo de la cual "el desempleado estará obligado a aceptar la primera propuesta de trabajo que corresponda al oficio para el que fue formado".
Respecto a los extranjeros, Sarkozy propuso que "la jurisdicción administrativa sea la única competente en materia de inmigración", descartando las instancias judiciales.
Sarkozy se pronunció asimismo contra el matrimonio homosexual, contra la adopción por parte de las parejas homosexuales, contra la eutanasia y contra el derecho de voto para los extranjeros en las elecciones locales, temas sensibles para el electorado francés de derecha y de extrema derecha.
Paralelamente, declaró que desea endurecer las condiciones para obtener un permiso de residencia para los extranjeros casados con franceses, así como las condiciones de atribución de ayuda para los solicitantes de asilo.
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