Internacional
Romney ofrece revivir el sueño americano
En el acto de unción, proliferaron los ataques a Barack Obama, por la crisis económica
TAMPA, ESTADOS UNIDOS (31/AGO/2012).- Para Mitt Romney fue la noche del “sí, acepto”. Un momento suspendido en la historia de un hombre que culminó una carrera de cinco años para alzarse con la nominación presidencial del Partido Republicano, en la Convención Nacional en Florida.
“Si soy electo presidente de Estados Unidos, trabajaré con toda mi alma y energía para restaurar el sueño americano”, prometió Romney, en un acto de unción popular que se nutrió del desencanto y la frustración por la situación económica pero, sobre todo, del odio y rechazo hacia el actual mandatario, Barack Obama.
“Me hubiera gustado un éxito del presidente Obama, porque deseaba el éxito de Estados Unidos. Sin embargo, sus promesas sólo han sido seguidas de decepción y división”.
“Algo malo tiene que haber con el tipo de trabajo que ha realizado el presidente cuando el mejor recuerdo que se tiene de él se ha quedado en el pasado, cuando votaron por él”, remató Romney para jugar así la carta del desencanto con un presidente que heredó la peor recesión desde la década de los treinta.
Se comprometió a crear 12 millones de puestos de trabajo. Una promesa que fue criticada. “Las políticas prometidas por Romney podrían retrasar el lento proceso de recuperación”, dijo Mark Hopkins, de Moody’s Analytics.
“Si soy electo presidente de Estados Unidos, trabajaré con toda mi alma y energía para restaurar el sueño americano”, prometió Romney, en un acto de unción popular que se nutrió del desencanto y la frustración por la situación económica pero, sobre todo, del odio y rechazo hacia el actual mandatario, Barack Obama.
“Me hubiera gustado un éxito del presidente Obama, porque deseaba el éxito de Estados Unidos. Sin embargo, sus promesas sólo han sido seguidas de decepción y división”.
“Algo malo tiene que haber con el tipo de trabajo que ha realizado el presidente cuando el mejor recuerdo que se tiene de él se ha quedado en el pasado, cuando votaron por él”, remató Romney para jugar así la carta del desencanto con un presidente que heredó la peor recesión desde la década de los treinta.
Se comprometió a crear 12 millones de puestos de trabajo. Una promesa que fue criticada. “Las políticas prometidas por Romney podrían retrasar el lento proceso de recuperación”, dijo Mark Hopkins, de Moody’s Analytics.
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