Internacional

Revela EU nuevos detalles sobre torturas de la CIA

No presentarán cargos penales contra funcionarios de la Agencia Central de Inteligencia

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Documentos del Departamento de Justicia divulgados el jueves ofrecen la relación más completa hasta ahora de las tácticas de interrogación usadas durante el gobierno del hoy ex presidente George W. Bush, publicó hoy el diario The Washington Post.  

Dichas tácticas incluyen acciones no reconocidas previamente como lanzar violentamente a un prisionero contra una pared y colocar un insecto cerca de un detenido a quien le causan terror esos animales.  

Las autoridades dijeron que no presentarán cargos penales contra funcionarios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que utilizaron técnicas de interrogación crueles con la bendición legal del Departamento de Justicia.  

Pero en una declaración cuidadosamente redactada, dejaron abierta la posibilidad de que los operadores y funcionarios del gobierno de nivel más alto pudieran enfrentar cargos si rebasaron los límites establecidos por los abogados de Bush.  

Expertos en inteligencia dijeron que los cuatro memorandos, fechados entre 2002 y 2005, podrían motivar llamados en el Congreso y entre las cortes internacionales para una nueva e independiente investigación del trato dado a los detenidos.  

Los documentos describen en detalle y en términos clínicos una serie de prácticas para hacer que los prisioneros revelaran información acerca de delitos pasados y ataques futuros.  

El análisis legalista basado en las leyes contra la tortura y en las Convenciones de Ginebra no concuerda con la severidad de las estrategias, que incluyen límites de 11 días para la privación de sueño, así como el ahogamiento simulado y el encadenamiento de reos desnudos.  

Los expertos de Bush consideraron paso a paso la legalidad de abofetear a los prisioneros en la cara y confinarlos en cajas pequeñas por hasta dos horas. Las técnicas fueron ideadas para inspirar "temor" de acuerdo con una nota a pie de página  

Algunas de las prácticas fueron usadas contra más de una docena de detenidos considerados particularmente valiosos como fuentes de información después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.  

Pero el presidente Barack Obama y el procurador general Eric Holder tranquilizaron nuevamente el jueves a los empleados de la CIA diciéndoles que los interrogadores no enfrentarán cargos penales si recibieron autorización legal.  

Tanto Obama como Holder han indicado durante meses un deseo de mirar hacia adelante más que hacer investigaciones que pudieran provocar la animadversión de la comunidad de inteligencia e incitar rencor partidista.  

"Este es un tiempo para reflexionar, no de represalias", dijo Obama en una declaración, aun mientras lamentaba "el oscuro y doloroso capítulo de nuestra historia".  

Una fuerza de tareas que Obama creó en los primeros días de su presidencia está evaluando otras opciones para interrogar sospechosos y está explorando si funcionarios individuales de la CIA pudieron haber cometido crímenes al exceder los límites impuestos por los abogados.  

"No sería justo llevar a juicio a hombres y mujeres dedicados que trabajan para proteger a Estados Unidos por conductas que fueron aprobadas previamente por el Departamento de Justicia", dijo Holder en una declaración.  

Leon Panetta, el director de la CIA, dijo a los empleados de la agencia que las prácticas de interrogación fueron aprobadas por los niveles más altos del gobierno de Bush y que no tienen nada que temer si siguieron los lineamientos del Departamento de Justicia.  

"Deben tener absoluta confianza en que, así como defienden a la nación, yo los defenderé', dijo Panetta. 
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