Internacional
Registra ''leve mejoría'' salud de Mubarak
Mubarak, de 84 años de edad, se encuentra desde hace más de una semana en la unidad de cuidados intensivos del servicio médico de la prisión
Después de los problemas cardíacos que sufrió el lunes pasado, el ex mandatario de 84 años pasó una mejor noche y este miércoles ingirió un poco de yogurt y jugos que le llevaron su familia y sus abogados durante la visita que le hicieron la víspera.
El ex presidente, quien gobernó Egipto entre 1981 y 2011, se ha negado a consumir alimentos, por miedo a que sea envenenado, según declaraciones de su abogado, Farid el-Deeb, lo que ha deteriorado su salud en los últimos días, al grado de sufrir dos infartos.
Mubarak, de 84 años de edad, se encuentra desde hace más de una semana en la unidad de cuidados intensivos del servicio médico de la prisión de Tora, debido a los problemas cardíacos y una fuerte depresión que registró tras conocer la sentencia en su contra.
Un tribunal de El Cairo sentenció el pasado 2 de junio al ex mandatario a cadena perpetua por su culpabilidad en la muerte de más de 800 manifestantes por la represión policiaca en la Plaza Tahrir, durante la revuelta popular que llevó a su renuncia en febrero de 2011.
De acuerdo con las fuentes, Mubarak recibió este miércoles vitaminas vía intravenosa y atención de un médico especializado que le atendió las llagas que presenta en el cuerpo debido al largo tiempo que ha permanecido en cama, según un reporte de la cadena árabe Al Arabiya.
El estado de salud de Mubarak se ha agravado desde el fin de semana, lo que ha llevada a sus médicos a conectarlo a un respirador por largos periodos y varias veces al día, además de que fue necesario el uso de un desfibrilador para reanimarlo en dos ocasiones.
Los funcionarios de la Prisión de Tora revelaron también en calidad de anonimato que las autoridades penitenciarias permitieron este día a los hijos del ex presidente, Alaa y Gamal, permanecer cerca de su padre para tranquilizarlo.
Uno de los médicos que lo atienden reveló la víspera que Mubarak sufre una conmoción nerviosa, una severa depresión y delirios de persecución y temores de muerte, que lo llevan a desconfiar del personal a su cuidado.
De acuerdo con su abogado, Mubarak no confía en sus doctores y teme que lo maten, "Me dijo muy claro, quieren matarme. Salveme señor Farid", destacó el-Deeb el lunes después de visitarlo y verificar que su condición es crítica.
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