Internacional
Régimen admite: casi 23 mil muertos y más de 42 mil desaparecidos
Las enfermedades, la escasez de alimentos y la falta de agua potable se han convertido en las mayores amenazas para el millón de afectados en Birmania.
A última hora de anoche, la encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Rangún, Shari Villarosa, afirmó que el saldo de muertos superará los 100 mil si no se agiliza el reparto de material de emergencia a los damnificados.
La tan esperada ayuda internacional comenzó a llegar a la región sur, arrasada el pasado sábado por los vendavales de hasta 190 kilómetros por hora de Nargis, cuya presencia no fue advertida con suficiente antelación a los habitantes por el régimen birmano, según denuncia Naciones Unidas.
Desde que ocurrió la tragedia, los medios de comunicación del aparato de propaganda de la Junta Militar ocultan a la población la auténtica magnitud del desastre.
Informan de las visitas al delta del río Irrawaddy de los generales, pero omiten la destrucción y no muestran imágenes de las decenas de miles de cadáveres apilados.
Las enfermedades, la escasez de alimentos y la falta de agua potable se han convertido en las mayores amenazas para el millón de afectados en las regiones de Irrawaddy, Pegu y Rangún y los estados Karen y Mon.
Además, los alimentos básicos escasean y sus precios se han disparado por la especulación y la creciente demanda.
Incluso con este panorama, varias agencias de la ONU continúan quejándose de la lentitud con la que las autoridades birmanas tramitan en Bangkok los visados de su personal, con lo que se demora su llegada a las zonas donde se les necesita.
Quienes han logrado entrar informan de montañas de cuerpos sin vida y destacan la desesperación de los supervivientes.
En las 40 divisiones del delta del Irrawaddy donde se mantiene el estado de excepción, se ha aplazado hasta el próximo 24 de mayo el referéndum constitucional que se celebrará el sábado en el resto del país.
El plebiscito es el primer paso de la llamada "hoja de ruta" hacia la democracia de los generales birmanos, que concluirá, según su plan, con elecciones libres en el 2010, pero el proceso se ha hecho al margen, hasta ahora, de la oposición democrática.
Birmania (Myanmar) está gobernada por militares desde 1962 y no celebra elecciones democráticas desde 1990, cuando el partido oficial fue aplastado por la oposición liderada por la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, unos comicios cuyos resultados jamás fueron reconocidos por el régimen de los generales.
EFE, 07-05-08, RNGZ.
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