Internacional

Reconocen tortura de un sospechoso del 11-S en Guantánamo

AlMohammed al-Qahtani fue acusado de asesinato y delitos de guerra

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Estados Unidos torturó a un saudí que presuntamente había tratado de convertirse en el ``vigésimo secuestrador'' durante los atentados del 11 de septiembre de 2001, reconoció un funcionario del Pentágono en una entrevista publicada el miércoles.

El saudí, AlMohammed al-Qahtani, fue uno de los seis hombres acusados por el ejército en febrero de 2008 de asesinato y delitos de guerra por su supuesta participación en los ataques de 2001.

``Torturamos a Qahtani'', admitió Susan J. Crawford, una juez jubilada que fue designada como autoridad convocante de comisiones militares en febrero de 2007. Crawford fue entrevistada por el reportero de The Washington Post, Bob Woodward.

En mayo, Crawford desestimó los cargos que pesaban en contra de al-Qahtani, quien estuvo detenido en la prisión militar estadounidense en Bahía de Guantánamo, en Cuba.

Su abogado designado por el Pentágono, el teniente coronel Bryan Broyles, sugirió en ese momento que el fuerte interrogatorio al que fue sometido su representado, autorizado por el secretario de la Defensa, Donald H. Rumsfeld, pudo haber influido en la decisión.

``En cualquier caso en que Estados Unidos desea imponer la pena capital, mi opinión es que tal caso requiere que Estados Unidos esté libre de pecado'', afirmó Broyles a The Associated Press en mayo.

Las autoridades estadounidenses habían reconocido que agentes de la CIA torturaron a al-Qahtani con un método conocido como ``waterboarding'' o ahogamiento simulado, que consiste en inmovilizar a una persona y dejarle caer agua en la cara. También habían admitido que él fue tratado severamente en Guantánamo.

El octubre de 2006 Al-Qahtani se retractó de una confesión que dijo que se vio obligado a hacer después de ser torturado y humillado en Guantánamo.

La tortura supuesta, que detalló en una declaración por escrito, incluyó ser golpeado, constreñido durante mucho tiempo en posiciones incómodas, amenazado con perros, expuesto a música fuerte y temperaturas heladas y haber sido desnudado delante de mujeres militares.

En una entrevista publicada por el Washington Post el miércoles, Crawford dijo: ``Su tratamiento reúne la definición legal de tortura y por eso yo no referí el caso para continuar el proceso legal''.
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