Internacional
Propone Préval crear 'cascos rojos' para acelerar entrega de ayuda
El presidente René Préval reconoció que el gobierno haitiano no podría distribuir la ayuda a su pueblo sin el apoyo de la ONU
PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ.- El presidente René Préval se pronunció por crear una división especial exclusivamente de ayuda humanitaria de 'cascos rojos' coordinados por la ONU, para facilitar la distribución de alimentos que aún es escasa y lenta entre la gente que más lo necesita.
Asimismo, justificó que se debe tener una coordinación mundial para facilitar la distribución de ayuda humanitaria y reconstrucción de su pueblo afectado por el terremoto que destruyó gran parte de la isla, la cual podría coordinar una agrupación especial de la ONU.
En ese sentido resaltó la cooperación de la Naciones Unidas, la cual, dijo, continuará coordinando la ayuda para los haitianos que se encuentran sumidos en la miseria y el desastre aún en espera de alimentos, agua, medicamentos y atención médica, la cual fluye lentamente.
En entrevista, luego de acudir acompañado por su esposa Elizabett Delatour a la misa de cuerpo presente del arzobispo de Puerto Príncipe, Joseph Serge Mito, y del vicario Charles Benoit, reconoció que el gobierno haitiano no podría distribuir la ayuda a su pueblo sin el apoyo de la ONU, por los problemas que podrían provocar ante la desesperación de la gente.
La celebración de la misa, que duró poco más de dos horas en la cual mucha gente triste lloraba la pérdida del jerarca eclesiástico y su vicario, fue realizada en el parque de la catedral destruida por el sismo que azotó la isla, en la que Préval y su esposa oraron junto con las autoridades de la Iglesia Católica de la isla y de otros países.
Entre religiosas, curas y pueblo vestidos de negro con blanco en su mayoría y bajo los rayos de un sol extremadamente caliente, se realizó el homenaje póstumo en memoria de los dos religiosos que murieron en el derrumbe en la que destacó la imagen de la Virgen de Guadalupe y un cáliz decorado con piedras preciosas.
Al salir de la ceremonia en la que Préval hizo su primera aparición pública tras varios días, fue acompañado casi corriendo por un cerco de escoltas hacia su vehículo, en medio de gritos de reclamo por la situación que enfrentan los haitianos que exigían el regreso del ex presidente Jean Bertrand Aristide.
Antes, acompañado por Préval, la ex ministra de Asuntos Internacionales de Francia, Nicole Gay, subrayó que no solamente los cascos azules deben ayudar en situaciones catastróficas como las que enfrenta Haití, sino también podrían intervenir los 'cascos rojos', los cuales también deben estar bajo la dirección de la ONU.
Dijo que se debe impulsar una propuesta para crear una división de 'cascos rojos' de ayuda humanitaria, por lo que es muy buena idea que sea la ONU la que coordine la ayuda siempre.
Asimismo, justificó que se debe tener una coordinación mundial para facilitar la distribución de ayuda humanitaria y reconstrucción de su pueblo afectado por el terremoto que destruyó gran parte de la isla, la cual podría coordinar una agrupación especial de la ONU.
En ese sentido resaltó la cooperación de la Naciones Unidas, la cual, dijo, continuará coordinando la ayuda para los haitianos que se encuentran sumidos en la miseria y el desastre aún en espera de alimentos, agua, medicamentos y atención médica, la cual fluye lentamente.
En entrevista, luego de acudir acompañado por su esposa Elizabett Delatour a la misa de cuerpo presente del arzobispo de Puerto Príncipe, Joseph Serge Mito, y del vicario Charles Benoit, reconoció que el gobierno haitiano no podría distribuir la ayuda a su pueblo sin el apoyo de la ONU, por los problemas que podrían provocar ante la desesperación de la gente.
La celebración de la misa, que duró poco más de dos horas en la cual mucha gente triste lloraba la pérdida del jerarca eclesiástico y su vicario, fue realizada en el parque de la catedral destruida por el sismo que azotó la isla, en la que Préval y su esposa oraron junto con las autoridades de la Iglesia Católica de la isla y de otros países.
Entre religiosas, curas y pueblo vestidos de negro con blanco en su mayoría y bajo los rayos de un sol extremadamente caliente, se realizó el homenaje póstumo en memoria de los dos religiosos que murieron en el derrumbe en la que destacó la imagen de la Virgen de Guadalupe y un cáliz decorado con piedras preciosas.
Al salir de la ceremonia en la que Préval hizo su primera aparición pública tras varios días, fue acompañado casi corriendo por un cerco de escoltas hacia su vehículo, en medio de gritos de reclamo por la situación que enfrentan los haitianos que exigían el regreso del ex presidente Jean Bertrand Aristide.
Antes, acompañado por Préval, la ex ministra de Asuntos Internacionales de Francia, Nicole Gay, subrayó que no solamente los cascos azules deben ayudar en situaciones catastróficas como las que enfrenta Haití, sino también podrían intervenir los 'cascos rojos', los cuales también deben estar bajo la dirección de la ONU.
Dijo que se debe impulsar una propuesta para crear una división de 'cascos rojos' de ayuda humanitaria, por lo que es muy buena idea que sea la ONU la que coordine la ayuda siempre.