Internacional
Pretende EU revivir el diálogo en Honduras
Thomas Shannon está en Tegucigalpa para mediar con Micheletti la reinstaslación de Zelaya
Entretanto, el gobierno de facto anunció que podría presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia contra Brasil por mantener a Zelaya como “huésped” desde el 21 de septiembre en su embajada en Tegucigalpa, y anunció la posibilidad de exigirle indemnización por daños y perjuicios.
Las partes en conflicto muestran señales de querer retornar a la mesa de negociaciones, pero mantienen las divergencias en cuanto a la restitución o no de Zelaya, al cumplirse ayer cuatro meses del golpe de Estado del 28 de junio.
“Se debe regresar a una sociedad de derecho y restaurar los poderes del Estado’’, dijo Zelaya a Radio Globo. “Al volverme a colocar en la presidencia, es un símbolo porque lo que quiere la población es que se respete el estado de derecho’’.
Los planteamientos chocan con los formulados la víspera por el presidente del gobierno de facto Roberto Micheletti, quien tras varios días de silencio manifestó claramente que no negociará la restitución de Zelaya.
En medio de este panorama complejo llega la misión estadounidense integrada por Shannon, el subsecretario Adjunto Principal para el Hemisferio Occidental Craig Kelly y el Asistente Especial del Presidente y Director Principal para Asuntos del Hemisferio Occidental, Dan Restrepo.
Los diplomáticos se entrevistarán con Zelaya y Micheletti. El sábado, la secretaria de estado Hillary Rodham Clinton telefoneó a ambos líderes hondureños.
“Se le está pidiendo a ambas partes que muestren flexibilidad y que redobles sus esfuerzos para poner fin a la crisis’’, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly.
“La secretaria Clinton cree que Estados Unidos pude desempeñar un papel constructivo para impulsar el regreso de las partes a la mesa de negociaciones’’, señaló.
Informó que Shannon dará una rueda de prensa el jueves, cuando concluya la serie de reuniones. Sin embargo, señaló que si considera es necesario puede quedarse en Honduras el tiempo que estime conveniente.
“Esta misión es importante y esperamos que tenga el respaldo de los golpistas y la sociedad hondureña’’, expresó Zelaya. “Es necesaria una rectificación nacional para encontrar la reconciliación’’.
El gobernante de facto insistió en que la posibilidad de un acuerdo surgido del proceso de diálogo se daría posterior a los elecciones del 29 de noviembre. Es decir, que se mantendría en el poder por lo menos hasta el día de los comicios.
Tegucigalpa denuncia a Brasil ante La Haya
La cancillería hondureña informó ayer que denunció a Brasil ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por injerencia en asuntos internos, ante lo que considera proselitismo del ex presidente Manuel Zelaya en la embajada de ese país en Honduras.
Zelaya, derrocado en junio por un golpe militar, se refugió en la embajada de Brasil tras infiltrarse hace poco más de un mes en Honduras, donde hay una orden de arresto en su contra.
Honduras presentó una solicitud introductiva de instancia contra Brasil, argumentando el principio de no intervención en asuntos de otros países.
“Una misión diplomática no tiene por finalidad servir como trampolín, plataforma o fortín político de actividades de políticos nacionales”, dijo Carlos López, canciller del Gobierno de facto, que no cuenta con el reconocimiento de la comunidad internacional.
López acusó a Brasil de permitir a Zelaya llamar a la insurgencia y a manifestaciones.
Honduras dijo que se reserva el derecho de solicitar medidas provisionales o cautelares si no cesan actividades de Brasil, que considera que alteran el orden público de Honduras, e incluso se plantea una indemnización por perjuicios causados.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil, a través de asesores de prensa, dijo que aún no se le ha informado de la decisión del Gobierno de facto de Honduras que no reconoce.
La jefe de gabinete de Brasil, Dilma Rousseff, dijo que “no podemos tomar en serio la posición de un Gobierno golpista como si fuera una posición consecuente”, cuando se le preguntó por la decisión del Gobierno de facto de Roberto Micheletti, antes de una reunión con políticos en Brasilia.
“El Gobierno golpista debe explicaciones a la comunidad internacional por el golpe, un golpe antidemocrático. Brasil no está interfiriendo en nada”, dijo la ministra.
Rousseff agregó que “Brasil simplemente sigue este asunto para tener una posición que represente nuestras convicciones sobre derechos humanos, el derecho internacional y el respeto mínimo a todo lo que está estipulado respecto al derecho de amparo”.
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