Internacional
Presos de Brasil ponen fin a motín tras 48 horas
La protesta tenía como fin exigir la transferencia de prisioneros a otros centros penitenciarios
RÍO DE JANEIRO, BRASIL (15/OCT/2014).- Los presos de la cárcel brasileña de Guarapuava pusieron fin al motín que iniciaron el lunes y en el que tomaron como rehenes a varios funcionarios, en la enésima rebelión registrada este año en el país.
Los presos que se rebelaron tomaron como rehenes a una docena de funcionarios, a quienes maniataron y expusieron en el techo del presidio, situado en el sudeste de Brasil.
La protesta se hizo para exigir la transferencia de prisioneros a otros centros penitenciarios, debido a la sobrepoblación en esas instalaciones.
Solo en Paraná, donde se produjo la revuelta, ya son cinco las rebeliones en los presidios estatales en un año.
El de mayor magnitud se registró en agosto pasado, cuando varios presos de la cárcel de Cascavel tomaron el control y provocaron la muerte de cinco personas, en una reivindicación vinculada con la sobrepoblación en las celdas.
Las cárceles brasileñas son consideradas entre las peores de América Latina y grupos de defensa de los derechos humanos reclaman unas 200 mil plazas suplementarias para dar cabida al total de la población carcelaria, que supera el medio millón.
Brasil tiene una media 274 encarcelados por cada 100 mil habitantes, una media alta comparada con países como España (98) o México (206), pero que se mantiene a la par de países como Chile (266), según datos del Centro Internacional de Estudio de las Prisiones.
Los presos que se rebelaron tomaron como rehenes a una docena de funcionarios, a quienes maniataron y expusieron en el techo del presidio, situado en el sudeste de Brasil.
La protesta se hizo para exigir la transferencia de prisioneros a otros centros penitenciarios, debido a la sobrepoblación en esas instalaciones.
Solo en Paraná, donde se produjo la revuelta, ya son cinco las rebeliones en los presidios estatales en un año.
El de mayor magnitud se registró en agosto pasado, cuando varios presos de la cárcel de Cascavel tomaron el control y provocaron la muerte de cinco personas, en una reivindicación vinculada con la sobrepoblación en las celdas.
Las cárceles brasileñas son consideradas entre las peores de América Latina y grupos de defensa de los derechos humanos reclaman unas 200 mil plazas suplementarias para dar cabida al total de la población carcelaria, que supera el medio millón.
Brasil tiene una media 274 encarcelados por cada 100 mil habitantes, una media alta comparada con países como España (98) o México (206), pero que se mantiene a la par de países como Chile (266), según datos del Centro Internacional de Estudio de las Prisiones.
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