Internacional

Presión internacional sobre Micheletti

Hillary Clinton advirtió al presidente de facto “posibles consecuencias”; también expresaron sus críticas la OEA, Unión Europea y Unasur

Presión internacional sobre Micheletti
BOGOTÁ/TEGUCIGALPA/SAN JOSÉ.- La comunidad internacional aumentó la presión sobre el presidente interino de Honduras, Roberto Micheletti, para que acepte la propuesta de Costa Rica encaminada a resolver la crisis política, en medio de advertencias sobre el riesgo de una confrontación en ese país.

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, llamó a Micheletti desde Nueva Delhi, donde está de visita, para advertirle de “las posibles consecuencias de unas negociaciones fallidas”.

El vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley, informó que Clinton dejó claro a Micheletti la necesidad de que se restaure el orden constitucional con una solución pacífica y apoyó la mediación del mandatario costarricense, Óscar Arias.

La conversación, que Crowley calificó como “muy dura”, es la de más alto nivel que mantuvo la Administración de Barack Obama con Micheletti, a quien no reconoce como jefe de Estado legítimo.

Micheletti rechazó el domingo el plan de siete puntos presentado por Arias para solucionar el conflicto, que prevé, entre otros aspectos, el adelantamiento de las elecciones a octubre y la formación de un Gobierno de unidad nacional hasta 2010, una propuesta que sí fue aceptada por Manuel Zelaya, expulsado del poder por los militares el pasado 28 de junio.

También, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, vislumbró un escenario de confrontación, si el “Gobierno de facto” encabezado por Micheletti insiste en permanecer en el poder.

“Es casi imposible evitar la violencia o hacer llamados a la calma, cuando la dictadura pretende a vista y paciencia de toda la gente quedarse en el poder”.

Desde Buenos Aires, la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, llamó a la calma en Honduras y pidió a las partes en conflicto evitar cualquier acto que “haga escalar la tensión” y “dar los pasos necesarios que permitan solucionar esta crisis pacíficamente”.

La mandataria de Chile, Michelle Bachelet, en su condición de presidenta pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), llamó a las autoridades de Honduras a que depongan su actitud, para que pronto “se pueda retomar el camino democrático”.
La vicecanciller del nuevo Gobierno hondureño, Marta Alvarado, aseguró que la lucha actual que libra el país depende si continúa la “avalancha” y las “presiones” de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), a la que Honduras ingresó en 2008 por decisión de Zelaya. (EFE)

Hillary Clinton advirtió al presidente de facto “posibles consecuencias”; también expresaron sus críticas la OEA, Unión Europea y Unasur

Hacemos esfuerzos porque el diálogo termine en una cosa positiva, pero sin retorno de aquel que rompió la Constitución, no una sino varias veces. Roberto Micheletti, presidente de facto de Honduras.

Ni el cacique Lempira los une

Más de dos millones de escolares hondureños volvieron a clases, que estaban interrumpidas desde el golpe del 28 de junio por un paro decretado por los gremios de maestros, que exigen la restitución del presidente depuesto  Manuel Zelaya.

Aunque mantienen en pie su demanda, los maestros dijeron que retornaban a  clases en solidaridad con sus alumnos.

De hecho, esta semana sólo habrá clases tres días, pues los docentes decidieron plegarse a la huelga nacional convocada para el jueves y  viernes por el Frente Nacional contra el Golpe para presionar por el retorno de  “Mel” Zelaya.

Maestros y alumnos trataron en el reinicio de las actividades de desarrollar sus actividades con la mayor  normalidad posible, por lo que cientos de niños llegaron al salón de clases con sus trajes blancos, típicos del campo hondureño, del que procede Zelaya.

Es tradicional que cada 20 de julio los escolares hondureños acudan a clases sin uniforme, sino vestidos con trajes típicos, con motivo de una celebración nacional instituida el 16 de mayo de 1935 por el decreto 142: el día del legendario cacique Lempira, símbolo de la unión hondureña.

Pero esta vez, la fecha patria no hizo honor a la memoria de Lempira.

Al lado de la estatua que perpetúa su memoria centenares de seguidores de Zelaya gritaron consignas contra Micheletti, mientras el acceso al Congreso estuvo cerrado y custodiado por más de cien policías y soldados fuertemente  armados.

Los actos del 20 de julio son seguidos cada año en las escuelas con gran  solemnidad, pues en ellos se honra a uno de los mayores próceres hondureños,  Lempira, cuyo nombre significa “señor de las montañas” en lengua lenca.

La memoria del prócer, el significado, sólo quedó en el salón de clases, en la tradición, la gente, en la calle, ayer, ni se acordó del cacique. (AFP)
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