Internacional
Presidente del Yemen apunta al inminente fin de la guerra con los hutíes
El pasado 12 de febrero el Ejecutivo de Saná y los rebeldes hutíes firmaron un acuerdo para el cese de los enfrentamientos entre ambas partes en el norte del país
EL CAIRO, EGIPTO.- El presidente de Yemen, Ali Abdalá Saleh, apuntó hoy al inminente fin del conflicto con los rebeldes chiís del norte del país, según dijo en una entrevista al canal de televisión Al Arabiya.
"Las medidas que está aplicando el Gobierno pueden ser el síntoma del fin de la guerra, no se trata de una tregua temporal", según declaraciones de Saleh reproducidas en la página web del canal de televisión y en referencia al reciente alto el fuego.
El pasado 12 de febrero el Ejecutivo de Saná y los rebeldes "hutíes" firmaron un acuerdo para el cese de los enfrentamientos entre ambas partes en el norte del país, cerca de la frontera con AraTrbia Saudí.
"Los hutíes han entregado la mayoría de los centros de seguridad que ocuparon, dentro de la cadena de iniciativas que expresan por primera vez la buen intención de las partes", agregó.
Saleh se mostró confiado en que las últimas negociaciones con los rebeldes de la provincia de Saada den sus frutos y señaló que "esta vez han mostrado su cooperación".
Los rebeldes chiíes liberaron hace dos días a 178 soldados que habían retenido durante los enfrentamientos que libraron con el Ejército en la provincia norteña de Saada.
El presidente denunció que "hay países que apoyan a los rebeldes en su sueño de instaurar la monarquía", en referencia a la monarquía religiosa derrocada por la revolución de 1962.
"Tenemos documentos de sectores que sueñan con el retorno del imamato, o la monarquía. La revolución se consolidó hace 48 años -tras el derrocamiento del último rey- pero ellos aún sueñan con el imamato considerándolo un derecho divino", arguyó.
El conflicto armado entre los "hutíes" y el régimen yemení se remonta a 2004 y desde entonces ha habido enfrentamientos intermitentes entre ambos bandos.
El 11 de agosto pasado, el Ejército yemení lanzó una ofensiva por tierra y aire para aplastar a los insurgentes que derivó en unos combates en los que se implicó Arabia Saudí y que causaron centenares de muertos y miles de desplazados.
Sobre las tensiones separatistas con el antiguo Yemen del Sur, el presidente dijo que "la unidad yemení se produjo para permanecer", y negó estar preocupado por este movimiento.
Sin embargo, dijo que está dispuesto al diálogo con el sur, "pero solo en el marco político".
"Las medidas que está aplicando el Gobierno pueden ser el síntoma del fin de la guerra, no se trata de una tregua temporal", según declaraciones de Saleh reproducidas en la página web del canal de televisión y en referencia al reciente alto el fuego.
El pasado 12 de febrero el Ejecutivo de Saná y los rebeldes "hutíes" firmaron un acuerdo para el cese de los enfrentamientos entre ambas partes en el norte del país, cerca de la frontera con AraTrbia Saudí.
"Los hutíes han entregado la mayoría de los centros de seguridad que ocuparon, dentro de la cadena de iniciativas que expresan por primera vez la buen intención de las partes", agregó.
Saleh se mostró confiado en que las últimas negociaciones con los rebeldes de la provincia de Saada den sus frutos y señaló que "esta vez han mostrado su cooperación".
Los rebeldes chiíes liberaron hace dos días a 178 soldados que habían retenido durante los enfrentamientos que libraron con el Ejército en la provincia norteña de Saada.
El presidente denunció que "hay países que apoyan a los rebeldes en su sueño de instaurar la monarquía", en referencia a la monarquía religiosa derrocada por la revolución de 1962.
"Tenemos documentos de sectores que sueñan con el retorno del imamato, o la monarquía. La revolución se consolidó hace 48 años -tras el derrocamiento del último rey- pero ellos aún sueñan con el imamato considerándolo un derecho divino", arguyó.
El conflicto armado entre los "hutíes" y el régimen yemení se remonta a 2004 y desde entonces ha habido enfrentamientos intermitentes entre ambos bandos.
El 11 de agosto pasado, el Ejército yemení lanzó una ofensiva por tierra y aire para aplastar a los insurgentes que derivó en unos combates en los que se implicó Arabia Saudí y que causaron centenares de muertos y miles de desplazados.
Sobre las tensiones separatistas con el antiguo Yemen del Sur, el presidente dijo que "la unidad yemení se produjo para permanecer", y negó estar preocupado por este movimiento.
Sin embargo, dijo que está dispuesto al diálogo con el sur, "pero solo en el marco político".
Síguenos en