Internacional

Presidente de Guatemala sostiene nueva pugna con oposición

Nuevamente el mandatario no identifica en sus denuncias a los conspiradores ni presenta pruebas de la campaña en contra de su gobierno

CIUDAD DE GUATAEMALA, GUATEMALA (04/JUL/2010).- El presidente guatemalteco Alvaro Colom protagoniza una dura pugna con la oposición por sus acusaciones de una conspiración contra su gobierno orquestada por políticos, empresarios y columnistas de prensa.

Como en denuncias anteriores de complot, Colom no identifica a los conspiradores ni presenta pruebas de la campaña en marcha de desestabilización contra su gobierno.

Muestra de la campaña sucia, indicó en un comunicado, son algunas acciones "entre las cuales destacan ataques a miembros de las fuerzas de seguridad civil, así como reportajes e informaciones en diferentes medios de comunicación con análisis parcializados".

En la nueva polémica con opositores, el mandatario afirmó que se vive "una serie de maniobras que atentan contra la institucionalidad del Estado, la seguridad de la población y la gobernabilidad del país".

Advirtió de "asociaciones entre grupos interesados en fomentar la zozobra e incertidumbre en la población, desestabilizar al gobierno y perpetuar la corrupción e impunidad que durante años ha existido en las instituciones del Estado".

La gobernante Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), por su parte, en una declaración pública alertó sobre grupos "que buscan debilitar nuevamente la institucionalidad democrática del Estado".

"Algunos sectores radicales y partidos políticos -que tampoco identifica la UNE-, incluso han planteado el quiebre de la institucionalidad, al igual que lo hicieron en Honduras, pretendiendo dividir al gobierno y al partido oficial, y valiéndose de una campaña mediática".

Colom sostuvo, en declaraciones de prensa el viernes, que las Fuerzas Armadas son fieles a su gestión y aseguró que no atenderán el llamados de los sectores económicos y políticos poderosos contra el gobierno que encabeza.

La reacción del gobernante fue considerada desproporcionada y agresiva, debido a que los hechos de desestabilización que menciona serían infundados -al no haber pruebas que los sustenten- y cuestionables los logros que enumera de su gestión.

La cúpula del sector empresarial expresó su preocupación por las aseveraciones presidenciales que se hacen "en lenguaje y tono que antagonizan con diversos sectores de la sociedad" y con "señalamientos que provocan un ambiente de confrontación".

El Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), máxima organización empresarial del país, indicó que al presidente de la República corresponde contribuir "a la unidad y no a la polarización".

Puntualizó que la libertad de expresión y de organización es un mandato constitucional que debe respetar el gobierno, y "no se debe admitir que se utilicen argumentos políticos para descalificar la fiscalización social" a cargo de los guatemaltecos.

La diputada Roxana Baldetti, del opositor Partido Patriota, afirmó que son recurrentes las quejas del mandatarios sobre desestabilización que atribuye a la oposición, pero sin pruebas ni fundamentos, por lo cual las acusaciones pretenden ocultar el fracaso del gobierno.

La analista y ex funcionaria Raquel Zelaya, quien trabajó con Colom, manifestó su extrañeza por la actitud de confrontación asumida por el gobernante, pues la nueva pugna con sus detractores genera polarización de la sociedad y no favorece la gobernabilidad. 
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