Internacional
Piñera evita dar falsas esperanzas en zonas afectadas por el sismo
El mandatario prometió que en el transcurso de este mes se regularizarán los servicios básicos
“Quiero ser serio y responsable: la reconstrucción toma tiempo. No va a volver la normalidad de la noche a la mañana”, aseguró durante su recorrido en la ciudad de Iloca, población del sur de Chile en donde el mar destruyó gran parte de las viviendas.
El presidente, quien lleva tres días en el poder, aseguró además que en un mes y medio se restablecerá la enseñanza en los colegios del país, instalando escuelas provisionales, en los lugares donde los locales escolares quedaron destruidos.
Piñera visitó Dichato (470 km al sur de Santiago), otra ciudad de la costa sur de Chile arrasada por el tsumami, y en donde los habitantes le pidieron pronta ayuda, incluso en el retiro de cadáveres que, según una pobladora, aún permanecen entre los escombros.
Luego visitó el devastado puerto de Talcahuano, en donde anunció cambios en el presupuesto 2010 para iniciar la reconstrucción, y proyectos de ley que agilicen las órdenes de demolición de casas con daños estructurales y las licitaciones de obras públicas.
Se contabilizan unos 800 muertos o desaparecidos. El tema de la demolición de las viviendas severamente dañadas podría convertirse en un dolor de cabeza para quienes quedaron sin nada, incluso sin trabajo.
Según recordó el diputado del Partido por la Democracia (centro-izquierda) Jorge Tarud, si la municipalidad considera que una vivienda debe ser demolida, el propietario de la casa tiene 30 días para cumplir con esa disposición.
“Ya estamos en contacto con muchas organizaciones para importar viviendas pre-fabricadas”, aseveró Piñera, al enfatizar que “estamos trabajando con el alma, el corazón, la cabeza y nuestras manos”.
La recuperación será lenta
El ministro chileno de Economía, Juan Andrés Fontaine, adelantó que se esperan malas cifras de actividad en los meses de marzo y abril, pero aseguró que la recuperación comenzará en el segundo semestre del año y será mayor que la prevista antes del terremoto del 27 de febrero.
El terremoto de 8.8 grados Richter produjo “un daño sobre la capacidad productiva del país de enormes proporciones”.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, cifró en 30 mil millones de dólares el costo total de los daños.
El crecimiento para este año rondará entre 4.5 y el cinco por ciento. Esa proyección está en línea con las previsiones de expertos consultados por el Banco Central de Chile, que tras el terremoto redujeron en 0.4 puntos porcentuales, hasta 4.5%, su proyección de crecimiento de la economía nacional este año.
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