Internacional
Piñera entrega informe anual ante Congreso con ambiente hostil
Las manifestaciones ambientalistas y estudiantes rechazan la construcción de represas y exigen mayor gasto público en educación
Piñera, entregó este sábado su segunda cuenta a la Nación ante el Congreso, en un caldeado ambiente con
protestas de ambientalistas y estudiantes, que rechazan la construcción de represas y exigen mayor gasto público en educación.
En su discurso ante el Congreso en Valparaíso (120 km al oeste de Santiago), Piñera afirmó que Chile no renunciará a las centrales termoeléctricas ni hidroeléctricas pero que aplicará "con toda la fuerza" la legislación ambiental.
Afuera del recinto, cerca de 15 mil personas protestaron contra el proyecto Hidroaysén, que prevé construir cinco represas en la Patagonia chilena que inundarán unas 6 mil hectáreas para generar 2,750 MW y cuya construcción -que se iniciaría en 2014- fue aprobada por una comisión ambiental.
La manifestación, a la que se plegaron universitarios que exigen un mayor aporte público a la educación superior, así como obreros y damnificados del terremoto del 27 de febrero de 2010, derivó en violentos choques con piedras y palos entre los manifestantes y la policía, que recurrió a carros de agua y gases lacrimógenos para disolver la protesta.
El viernes, más de 40 mil personas se habían reunido en rechazo al proyecto Hidroaysén en el centro de Santiago, en una protesta en general pacífica que constituyó una de las mayores manifestaciones de los últimos años.
Se debe "compatibilizar el necesario cuidado del medio ambiente con la igualmente necesaria energía para el desarrollo. No podemos decir que necesitamos energía, consumirla abundantemente y, al mismo tiempo, oponernos a todas las fuentes que la generan", dijo Piñera.
Mientras hablaba, parlamentarios de oposición levantaron un lienzo con la consigna "No a Hidroaysén", en oposición al proyecto
Los legisladores fueron conminados a bajar el cartel en medio de aplausos y gritos de repudio, prueba del ambiente de tensión que reinó durante las casi dos horas en que se extendió el discurso presidencial, una tradición republicana que se cumple todos los 21 de mayo.
"¡Los violentistas en este país nunca van a tener la última palabra!", gritó Piñera, en una de la decena de veces que fue increpado por asistentes, en incidentes que dejaron 16 detenidos en el interior del Congreso, según la Policía.
En su discurso ,Piñera hizo un repaso de los principales logros de su Gobierno, entre los que destacó la creación de 487.000 nuevos puestos de trabajo y una proyección de crecimiento de en torno al 6% para este año.
Entre sus principales anuncios, destaca la creación de una subsecretaría de Derechos Humanos para apoyar a las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y una instancia similar para la Educación Superior, un Ministerio de Deporte y otro de Desarrollo para erradicar la pobreza extrema, que dijo espera sea su mayor legado.
En política internacional, Piñera afirmó que Chile "no tiene problemas limítrofes con Bolivia" y que en el litigio con Perú en La Haya por la frontera marítima al país le asiste "la razón y el derecho".
Piñera explicó que el tratado de 1904, que puso fin a la guerra del Pacífico que enfrentó a Bolivia y Perú en contra de Chile, "fijó los límites" entre ambos países, que carecen de relaciones diplomáticas desde 1978.
En esa guerra, Bolivia perdió el acceso al mar que tenía por territorios que hoy constituyen el norte chileno, cuya restitución ha exigido por años y que ahora será llevada hasta tribunales internacionales, según anunció el presidente Evo Morales.
Respecto a Perú, país que en 2008 demandó a Chile en La Haya -al estimar que sus límites marítimos no estaban definidos-, Piñera dijo: "Hemos seguido avanzando en la integración. Y estamos haciendo valer los tratados limítrofes de 1952 y 1954, que han sido invariablemente reconocidos por Perú, Chile y reconocidos por la comunidad internacional".
Para Chile esos acuerdos delimitaron la frontera, mientras que para Perú sólo regularon cuestiones pesqueras.
VALPARAÍSO, CHILE (21/MAY/2011).- El presidente chileno, Sebastián
En su discurso ante el Congreso en Valparaíso (120 km al oeste de Santiago), Piñera afirmó que Chile no renunciará a las centrales termoeléctricas ni hidroeléctricas pero que aplicará "con toda la fuerza" la legislación ambiental.
Afuera del recinto, cerca de 15 mil personas protestaron contra el proyecto Hidroaysén, que prevé construir cinco represas en la Patagonia chilena que inundarán unas 6 mil hectáreas para generar 2,750 MW y cuya construcción -que se iniciaría en 2014- fue aprobada por una comisión ambiental.
La manifestación, a la que se plegaron universitarios que exigen un mayor aporte público a la educación superior, así como obreros y damnificados del terremoto del 27 de febrero de 2010, derivó en violentos choques con piedras y palos entre los manifestantes y la policía, que recurrió a carros de agua y gases lacrimógenos para disolver la protesta.
El viernes, más de 40 mil personas se habían reunido en rechazo al proyecto Hidroaysén en el centro de Santiago, en una protesta en general pacífica que constituyó una de las mayores manifestaciones de los últimos años.
Se debe "compatibilizar el necesario cuidado del medio ambiente con la igualmente necesaria energía para el desarrollo. No podemos decir que necesitamos energía, consumirla abundantemente y, al mismo tiempo, oponernos a todas las fuentes que la generan", dijo Piñera.
Mientras hablaba, parlamentarios de oposición levantaron un lienzo con la consigna "No a Hidroaysén", en oposición al proyecto
Los legisladores fueron conminados a bajar el cartel en medio de aplausos y gritos de repudio, prueba del ambiente de tensión que reinó durante las casi dos horas en que se extendió el discurso presidencial, una tradición republicana que se cumple todos los 21 de mayo.
"¡Los violentistas en este país nunca van a tener la última palabra!", gritó Piñera, en una de la decena de veces que fue increpado por asistentes, en incidentes que dejaron 16 detenidos en el interior del Congreso, según la Policía.
En su discurso ,Piñera hizo un repaso de los principales logros de su Gobierno, entre los que destacó la creación de 487.000 nuevos puestos de trabajo y una proyección de crecimiento de en torno al 6% para este año.
Entre sus principales anuncios, destaca la creación de una subsecretaría de Derechos Humanos para apoyar a las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y una instancia similar para la Educación Superior, un Ministerio de Deporte y otro de Desarrollo para erradicar la pobreza extrema, que dijo espera sea su mayor legado.
En política internacional, Piñera afirmó que Chile "no tiene problemas limítrofes con Bolivia" y que en el litigio con Perú en La Haya por la frontera marítima al país le asiste "la razón y el derecho".
Piñera explicó que el tratado de 1904, que puso fin a la guerra del Pacífico que enfrentó a Bolivia y Perú en contra de Chile, "fijó los límites" entre ambos países, que carecen de relaciones diplomáticas desde 1978.
En esa guerra, Bolivia perdió el acceso al mar que tenía por territorios que hoy constituyen el norte chileno, cuya restitución ha exigido por años y que ahora será llevada hasta tribunales internacionales, según anunció el presidente Evo Morales.
Respecto a Perú, país que en 2008 demandó a Chile en La Haya -al estimar que sus límites marítimos no estaban definidos-, Piñera dijo: "Hemos seguido avanzando en la integración. Y estamos haciendo valer los tratados limítrofes de 1952 y 1954, que han sido invariablemente reconocidos por Perú, Chile y reconocidos por la comunidad internacional".
Para Chile esos acuerdos delimitaron la frontera, mientras que para Perú sólo regularon cuestiones pesqueras.
Síguenos en