Internacional
Piden que EU y Cuba dejen a un lado puja política tras Ike
La negativa del gobierno cubano tiene que ver con la medida de eliminar las restricciones que ha impuesto desde 2004 a las familias cubanas que les impiden envíen medicamentos y dinero a cuba
Washington y
La Habana deberían "dejar a un lado su puja política" de décadas para facilitar la ayuda a los damnificados en Cuba por el huracán "Ike", dijeron hoy varios expertos.
"La situación alimenticia en Cuba es grave", dijo en conferencia de prensa telefónica Philip Peters, experto en asuntos cubanos y vicepresidente del Instituto Lexington, un grupo de estudio con sede en Virginia.
"El huracán ha causado daños a los cultivos y también a los almacenes donde se guardan alimentos", añadió.
La Administración del presidente George W. Bush instó ayer al gobierno de Cuba a que acepte ayuda por unos 5 millones de dólares que incluye el envío directo de algunos suministros directamente al gobierno cubano, algo sin precedentes en medio siglo de enemistad entre ambos países.
El gobierno del presidente Raúl Castro rechazó esa oferta y reclama, en cambio, que Estados Unidos suspenda algunos componentes del embargo que Washington impuso a Cuba desde 1960, y que le permita la adquisición de materiales de construcción, alimentos y medicamentos estadounidenses.
"La Administración Bush, en cierta medida, ha puesto la política a un lado con su oferta de ayuda", indicó Peters. "El gobierno de Castro todavía no y, es lamentable que La Habana haya rechazado la oferta".
"La Administración Bush debería eliminar las restricciones que ha impuesto desde 2004 a las familias cubanas que viven en Estados Unidos, y que les impiden que envíen dinero, medicamentos y otros artículos básicos a sus familiares en la isla", añadió Stephens.
Por su parte el coronel retirado Lawrence Wilkerson, quien fue asistente del ex secretario de Estado, Colin Powell, indicó que algunos cálculos ponen en 55 mil millones de dólares el costo de los daños causados por "Ike" en Cuba.
"La economía cubana no será capaz de sustentar a la población por un tiempo, y hasta a los militares se les ha puesto en racionamiento", dijo. "Esto tiene implicaciones para la seguridad nacional (de EU) y uno se pregunta qué puede significar para Florida".
El ex presidente cubano Fidel Castro, en un artículo divulgado ayer en La Habana, sostuvo que la ayuda prometida por Estados Unidos para los damnificados tiene el propósito de "espiar".
"Hablaron de aviones listos para partir con productos por valor de cinco millones de dólares; que no sería necesario evaluar, porque ya lo habían hecho por sus propios medios, que no pueden ser otros que los de espiar a nuestro país", sostuvo.
Durante la conferencia telefónica, una mujer que se identificó como Gail Reid y habló desde La Habana, indicó que hay en la isla unos 200 mil damnificados sin hogar, y que los daños "son enormes".
"La Administración Bush debería suspender, al menos por seis meses, las prohibiciones a las ventas de materiales estadounidenses a Cuba, y a las donaciones directas de las familias".
Cuba "necesita comprar materiales, alimentos, es necesario que se permita que las familias cubanas (en EU) traigan su ayuda directamente", añadió.
La directora de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID por su sigla en inglés), Henrietta Fore, indicó en una conferencia de prensa telefónica ayer que "el único objetivo de EU es llevar alivio a la población necesitada".
La Oficina de Intereses de Cuba en Washington respondió que ese país "no puede aceptar una donación del gobierno que nos somete a un bloqueo, pero Cuba está dispuesta a comprar los materiales indispensables que las empresas estadounidenses pongan en el mercado de exportación".
Los grupos que organizaron la conferencia telefónica de hoy pidieron que el Congreso de Estados Unidos, antes de irse a receso, apruebe legislación que suspenda al menos, algunos aspectos del embargo comercial contra Cuba.
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Los gobiernos de
"La situación alimenticia en Cuba es grave", dijo en conferencia de prensa telefónica Philip Peters, experto en asuntos cubanos y vicepresidente del Instituto Lexington, un grupo de estudio con sede en Virginia.
"El huracán ha causado daños a los cultivos y también a los almacenes donde se guardan alimentos", añadió.
La Administración del presidente George W. Bush instó ayer al gobierno de Cuba a que acepte ayuda por unos 5 millones de dólares que incluye el envío directo de algunos suministros directamente al gobierno cubano, algo sin precedentes en medio siglo de enemistad entre ambos países.
El gobierno del presidente Raúl Castro rechazó esa oferta y reclama, en cambio, que Estados Unidos suspenda algunos componentes del embargo que Washington impuso a Cuba desde 1960, y que le permita la adquisición de materiales de construcción, alimentos y medicamentos estadounidenses.
"La Administración Bush, en cierta medida, ha puesto la política a un lado con su oferta de ayuda", indicó Peters. "El gobierno de Castro todavía no y, es lamentable que La Habana haya rechazado la oferta".
"La Administración Bush debería eliminar las restricciones que ha impuesto desde 2004 a las familias cubanas que viven en Estados Unidos, y que les impiden que envíen dinero, medicamentos y otros artículos básicos a sus familiares en la isla", añadió Stephens.
Por su parte el coronel retirado Lawrence Wilkerson, quien fue asistente del ex secretario de Estado, Colin Powell, indicó que algunos cálculos ponen en 55 mil millones de dólares el costo de los daños causados por "Ike" en Cuba.
"La economía cubana no será capaz de sustentar a la población por un tiempo, y hasta a los militares se les ha puesto en racionamiento", dijo. "Esto tiene implicaciones para la seguridad nacional (de EU) y uno se pregunta qué puede significar para Florida".
El ex presidente cubano Fidel Castro, en un artículo divulgado ayer en La Habana, sostuvo que la ayuda prometida por Estados Unidos para los damnificados tiene el propósito de "espiar".
"Hablaron de aviones listos para partir con productos por valor de cinco millones de dólares; que no sería necesario evaluar, porque ya lo habían hecho por sus propios medios, que no pueden ser otros que los de espiar a nuestro país", sostuvo.
Durante la conferencia telefónica, una mujer que se identificó como Gail Reid y habló desde La Habana, indicó que hay en la isla unos 200 mil damnificados sin hogar, y que los daños "son enormes".
"La Administración Bush debería suspender, al menos por seis meses, las prohibiciones a las ventas de materiales estadounidenses a Cuba, y a las donaciones directas de las familias".
Cuba "necesita comprar materiales, alimentos, es necesario que se permita que las familias cubanas (en EU) traigan su ayuda directamente", añadió.
La directora de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID por su sigla en inglés), Henrietta Fore, indicó en una conferencia de prensa telefónica ayer que "el único objetivo de EU es llevar alivio a la población necesitada".
La Oficina de Intereses de Cuba en Washington respondió que ese país "no puede aceptar una donación del gobierno que nos somete a un bloqueo, pero Cuba está dispuesta a comprar los materiales indispensables que las empresas estadounidenses pongan en el mercado de exportación".
Los grupos que organizaron la conferencia telefónica de hoy pidieron que el Congreso de Estados Unidos, antes de irse a receso, apruebe legislación que suspenda al menos, algunos aspectos del embargo comercial contra Cuba.
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