Internacional
Pentágono determina bajas por ataque de bomba en Afganistán
Las muertes recuerdan feroz lucha talibana, por lo que Afganistán es una prioridad elevada en la agenda de política exterior de Obama
KANDAHAR, AFGANISTÁN.- La cifra de soldados de Estados Unidos fallecidos en Afganistán alcanzó los mil, publicó el martes un sitio web independiente, con mortales ataques con bomba en el sur y el este que subrayan la lucha para estabilizar al país.
El Pentágono negó la información y estableció la cifra de bajas en 916 en Afganistán, Pakistán y Uzbekistán desde fines del 2001, cuando los talibanes fueron derrocados.
"Es significativamente menos que mil en Afganistán", dijo el portavoz del Pentágono, Bryan Whitman, cuando se le pidió que comentara la última cifra de bajas publicada por el sitio web www.icasualties.org, que registra el número de muertos.
Víctimas civiles y militares alcanzaron niveles récord el año pasado mientras la violencia llegaba a sus peores niveles desde que los talibanes fueron derrocados, con fuerzas extranjeras lanzando dos grandes ofensivas en los últimos ocho meses para contener la creciente insurgencia.
El sitio web dijo que 54 soldados estadounidenses han fallecido este año en Afganistán, elevando la cifra de muertos a mil, comparado con ocho víctimas fatales este año en Irak, donde el total de muertos desde el 2003 llegó a cuatro mil 378.
Afganistán tiene una prioridad elevada en la agenda de política exterior de Obama y más bajas estadounidenses o una campaña militar que no consiga estabilizar al país podrían dañar su presidencia.
El martes, el despacho del presidente afgano, Hamid Karzai, informó que el mandatario promulgó cambios que eliminan los observadores internacionales del organismo de supervisión que se encarga de revisar la existencia de fraudes electorales.
La medida podría poner a Karzai en conflicto con los donantes occidentales que han dicho que no financiarán las votaciones parlamentarias del 18 de septiembre sin reformas electorales, después de un comicio presidencial en 2009 acuciado por fraude masivo.
"El Gobierno afgano ha buscado por mucho tiempo 'afganizar' el proceso electoral y hace 10 días el gabinete ratificó la enmienda y el presidente la apoyó", dijo el portavoz de Karzai Siamak Herawi.
Las elecciones libres y limpias son parte de una estrategia de occidente para estabilizar la nación, junto a planes militares para obligar a los talibanes a dejar sus bastiones y darle el control sobre ellos al gobierno afgano.
El Pentágono negó la información y estableció la cifra de bajas en 916 en Afganistán, Pakistán y Uzbekistán desde fines del 2001, cuando los talibanes fueron derrocados.
"Es significativamente menos que mil en Afganistán", dijo el portavoz del Pentágono, Bryan Whitman, cuando se le pidió que comentara la última cifra de bajas publicada por el sitio web www.icasualties.org, que registra el número de muertos.
Víctimas civiles y militares alcanzaron niveles récord el año pasado mientras la violencia llegaba a sus peores niveles desde que los talibanes fueron derrocados, con fuerzas extranjeras lanzando dos grandes ofensivas en los últimos ocho meses para contener la creciente insurgencia.
El sitio web dijo que 54 soldados estadounidenses han fallecido este año en Afganistán, elevando la cifra de muertos a mil, comparado con ocho víctimas fatales este año en Irak, donde el total de muertos desde el 2003 llegó a cuatro mil 378.
Afganistán tiene una prioridad elevada en la agenda de política exterior de Obama y más bajas estadounidenses o una campaña militar que no consiga estabilizar al país podrían dañar su presidencia.
El martes, el despacho del presidente afgano, Hamid Karzai, informó que el mandatario promulgó cambios que eliminan los observadores internacionales del organismo de supervisión que se encarga de revisar la existencia de fraudes electorales.
La medida podría poner a Karzai en conflicto con los donantes occidentales que han dicho que no financiarán las votaciones parlamentarias del 18 de septiembre sin reformas electorales, después de un comicio presidencial en 2009 acuciado por fraude masivo.
"El Gobierno afgano ha buscado por mucho tiempo 'afganizar' el proceso electoral y hace 10 días el gabinete ratificó la enmienda y el presidente la apoyó", dijo el portavoz de Karzai Siamak Herawi.
Las elecciones libres y limpias son parte de una estrategia de occidente para estabilizar la nación, junto a planes militares para obligar a los talibanes a dejar sus bastiones y darle el control sobre ellos al gobierno afgano.
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